La defensa del exgerente de Emarsa, Esteban Cuesta, acaba de asegurar en el penúltimo día del juicio por el saqueo de la depuradora que «Cuesta nunca creó una estructura para malversar, sino que asumió el mandato de su partido [el PP] de dirigir una empresa que ya estaba siendo saqueada desde años antes». ¿Desde cuando? El letrado que defiende al exgerente de la Epsar y exalcalde pedáneo de Benimàmet, Carlos Serrano, desconoce desde cuándo se saqueaba Emarsa y de qué modo, pero sí ha alegado en su defensa que «la única ambición de Cuesta era servir al pueblo valenciano» aunque fue a caer en «una empresa podrida que olía mal desde el primero hasta el último» y que tenía una «estructura política que englobaba a todos los enchufados de todos los partidos».

Serrano lamenta que la Fiscalía no haya tenido en cuenta las 13 «confesiones reiteradas» de Esteban Cuesta «y que no han tenido la misma categoría que las confesiones de Ignacio Bernácer (técnico de la Epsar) y otros». Una confesión, ha destacado, que «también ha sido admitida públicamente en los medios de comunicación», como Levante-EMV.

Esteban Cuesta se enfrenta a 24 años de cárcel, según solicita la Fiscalía provincial de València, al considerarlo el director de orquesta de la trama que desvió 23,5 millones de euros de fondos públicos en Emarsa, responsable de la gestión de la depuradora de Pinedo.