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Educación

Los profesores se niegan a coordinar los bancos de libros por falta de tiempo

Ningún docente se ofrece voluntario para llevar el banco de libros "porque la carga de trabajo dobla con creces la hora semanal de rebaja de docencia que ofrece la conselleria" - Adies-PV critica que la dedicación al programa no se vincule al número de alumnos

Vista de la asamblea de la Associació de Directors i Directores de Instituts d'Educació Secundària en el IES Lluís Vives de València. m. á. Montesinos

La medida estrella del Consell del Botànic en materia de Educación, el programa de gratuidad de libros de texto XarxaLlibres por el que este curso 377.000 alumnos (el 75 % del alumnado de Primaria y de ESO) no han tenido que pagar los manuales escolares, peligra en los institutos públicos ante la negativa del profesorado a asumir la coordinación de los bancos de libros.

La alarma la lanzó ayer la Associació de Directors i Directores d'Instituts d'Educació Secundària del País Valencià (Adies-PV) en su asamblea ordinaria anual celebrada en el IES Lluís Vives de València.

«Ningún profesor quiere coordinar el banco de libros porque la carga de trabajo que supone dobla con creces la hora semanal de rebaja de docencia que ofrece la conselleria», alerta Toni González-Picornell, presidente de Adies-PV y director del IES Pare Vitoria de Alcoi.

Los coordinadores del banco de libros deben inventariar todos los manuales, organizar los lotes que ha de recibir cada alumno de ESO, buscar los materiales para el estudiante que se incorpora al centro con el curso empezado y gestionar con conselleria las ayudas para completar y reponer lotes, que «no se adaptan a la realidad de las características de cada centro», según critica Jacint Martínez, vicepresidente de Adies-PV y director del IES Ribera de Xàtiva.

Además, la figura del coordinador es lineal: uno por instituto independientemente del número de alumnos de ESO. «Da igual que tengas 8 unidades (240 estudiantes) que 22 (660 alumnos)», explica Martínez. A esto se suma, añade González-Picornell, el «hacer frente a las quejas de los padres que dicen que los libros que reciben sus hijos no están en buen estado».

Por todos estos motivos, dos cursos después de la puesta en marcha de XarxaLlibres los equipos directivos de los institutos públicos se las ven y se las desean para frenar la oleada de renuncias de coordinadores de bancos de libros.

«En teoría, una vez asumida una coordinación docente su duración es la misma que una legislatura del equipo directivo (cuatro cursos) y no se puede dimitir, pero la gente está sobresaturada y agotada, y se lo deja», relata González-Picornell.

«No tiene sentido que les obliguemos a seguir si ya no pueden más», añade. El presidente de Adies-PV, que aunque reconoce que «hay problemas de dimisiones» no cita casos, detalla que los equipos directivos «tienen que apelar a la amistad» para que los coordinadores no arrojen la toalla o lograr que otro docente asuma dicha responsabilidad, «pues nadie se ofrece voluntario». Dicen que no saben cuánto tiempo podrán aguantar así si no suben las horas de dedicación a XarxaLlibres.

Los directores en ningún momento cuestionan el programa, que consideran «muy positivo», pero critican la falta de recursos para la gestión de los bancos de libros, que hoy por hoy depende de la voluntariedad del profesorado y de la implicación de las AMPA.

Por ello reclaman más horas de dedicación semanal para la coordinación del banco de libros y que éstas dependan del total de alumnos de ESO a atender. Esto obligará a Educación a contratar más profesores para asumir la docencia que deje de hacer el coordinador de XarxaLlibres.

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