Cuando el Consell de Alberto Fabra fundió a negro en noviembre de 2013 la primera televisión autonómica valenciana, la entidad pública dejaba tras de sí un agujero de 1.200 millones de euros.

Cuatro años después, el actual ejecutivo de Ximo Puig y Mónica Oltra ha urgido a los liquidadores a acabar su trabajo ya. No obstante, el viejo Canal 9 continúa deparando alguna sorpresa. Por ejemplo, los liquidadores entregaron recientemente a instancias de la diputada socialista Rosa Mustafá las facturas de lo que costó la compra de la película sobre la vida del papa Juan Pablo II que la cadena ofreció en las vísperas de la visita de Benedicto XVI a València.

El coste de que los valencianos disfrutaran de la miniserie de cuatro horas de duración Papa Juan Pablo II la noche del 2 de julio de 2006 (cuatro días antes de la visita) fue de 1.160.000 euros (IVA incluido). La suma fue para Intereconomía Corporación en distintos pagos, según la documentación aportada. La compañía era coproductora del audiovisual junto a firmas de otras países: Rai Fiction, Lux Vide, Grupa Filmowa Baltmedia & Studio Filmowe Projektor y Rai Trade-Quinta Communications (CBS).

Años más tarde, un ex alto cargo de Intereconomía (Fernando Lázaro Quintela) pasaría a ser director de antena de Canal 9. La empresa, poseedora de una licencia estatal de TDT, apareció asimismo en los llamados papeles de Bárcenas sobre la caja B del PP.

La cifra por la compra de los derechos de la miniserie protagonizada por Jon Voight encaja con la que aventuraba la Sindicatura de Comptes en su análisis de las cuentas de RTVV del año 2006, que hablaba entonces de gastos cercanos al millón de euros.

Lo que los liquidadores no han podido facilitar ha sido lo que cobraron los comentaristas fichados por Canal 9 para la transmisión de la visita. Entre ellos estaban Alfredo Urdaci y Paloma Gómez Borrero. Argumentan que en la base de datos de contabilidad de la empresa no figuran facturas con estos periodistas.

Tampoco han podido aportar el detalle de lo que costó el desplazamiento de un equipo de televisión a Roma en los días previos al acontecimiento religioso.

Oficialmente, el viaje de Joseph Ratzinger por el V Encuentro Mundial de las Familias costó 22,2 millones de euros a la fundación encargada de la organización, si bien la Generalitat y otras administraciones asumieron gastos por su cuenta.

De la misma manera, RTVV gastó algo más de 13 millones en los once expedientes reconocidos judicialmente. Con todo, el coste real total continúa sumido en una nebulosa. «Parece que nunca sabremos cuánto costó la visita, porque cada vez aparecen más fascturas», asegura la diputada Mustafá, que denuncia la «falta total de transparencia» de los antiguos responsables de RTVV y del Consell.