La junta de personal del Hospital Clínico denunció ayer un nuevo episodios de colapso de las urgencias con pacientes, profesionales y familiares «hacinados» en el área de observación. Según denunciaron ayer en un escrito, al que acompañaron de fotos de esa mañana, a mediodía del miércoles había «34 pacientes pendientes de ingreso» con la sala de observación saturada con «camillas en los pasillos», «dos camas en un mismo box» y nula intimidad de los pacientes además con la presencia de acompañantes dentro de la sala «porque fuera no caben».

Esta sobrecarga de trabajo conlleva, según los profesionales «un preocupante déficit de cuidados y muy baja calidad asistencial», con trabajadores «al límite de sus posibilidades trabajando al 200 %». Desde la junta volvieron a apostar por trasladar pacientes al Hospital de la Malvarrosa ya que incluso la sala de «preingreso» que se había habilitado en una sala de espera estaba también «ocupada». «La dirección está intentando paliar esta situación pero, lamentablemente, las medidas que pueda adoptar no van a erradicar el problema de sobresaturación de las urgencias del Clínico y del hospital en sí», resumían desde la junta de personal.

Los problemas de saturación del servicio se repiten anualmente sobre todo en las épocas de aumento de la presión asistencial en urgencias como el invierno con la llegada de los problemas respiratorios por la bajada de temperaturas o la gripe. Este año, además, el aumento de las intervenciones por el autoconcierto está suponiendo un problema añadido ya que hay menos camas libres para ingresar a los pacientes que lo necesitan y que llegan desde Urgencias. El hospital Clínico lleva años esperando a un ampliación de sus instalaciones, proyecto que ha retomado ahora el Consell aprobando la compra de las antiguas instalaciones de la escuela de Agrónomos a la Universitat de València.