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Polémica

La Unión Europea pide equiparar entrenadores deportivos a maestros

El Consejo subraya la función social del deporte o los beneficios de la práctica para la salud y exige el reconocimiento laboral de los técnicos

La Unión Europea pide equiparar entrenadores deportivos a maestros

El Consejo de Europa, el órgano que congrega a los presidentes o ministros de cada uno de los Estados miembros de la Unión Europea, equipara a los entrenadores deportivos con maestros, destaca la función integradora del deporte y los valores que impregnan su práctica para consagrar el importante papel social que conlleva la tarea de los técnicos.

Un documento emitido el pasado sábado que recoge las conclusiones de la Unión Europea y de los representantes de los gobiernos de los Estados miembros reunidos en el seno del Consejo sobre el papel de los entrenadores en la sociedad constituye un auténtico canto a la importancia del deporte para la formación de los menores y la salud de los adultos, «un papel que se asemeja al papel de un profesor en el ámbito educativo, en particular en el caso de los niños y adolescentes».

Voluntarios

La aséptica redacción del documento del Consejo choca con la farragosa realidad que viven la inmensa mayoría de los entrenadores que dedican su tiempo, al menos de forma parcial, al deporte de base. Muchos cuentan con una titulación universitaria homologada que concede el Instituto Nacional de Educación Física, casi todos son voluntarios, se pueden considerar afortunados si ingresan entre cien y ciento cincuenta euros al mes como compensación y auténticos ciudadanos del mejor de los mundos posibles si el club donde prestan sus servicios les paga la Seguridad Social.

Es el caso de los entrenadores de equipos de aficionados que juegan al fútbol, al baloncesto, practican el atletismo o juegan al balonmano.

Les queda como consuelo el extenso documento elaborado por el único órgano europeo con auténtico carácter ejecutivo que recoge consideraciones, reconocimientos, acuerdos y, finalmente, invitaciones a los Estados, a la Comisión Europea y a todos los actores vinculados de una y otra manera con la labor de los entrenadores deportivos para elevar su consideración social en el seno de la unión.

«La sociedad ha cambiado mucho en las últimas décadas y, debido a la evolución de la tecnología, la economía y la estructura social, las nuevas generaciones se enfrentan a ciertos retos de gran calado», arranca el documento. Los ministros responsables de deporte constatan que «la actividad física de la población es cada vez más reducida», que hay una tendencia a la inactividad y que «un estilo de vida sedentario y favorecedor de la obesidad, junto con los problemas de salud relacionados con una mayor esperanza de vida, suponen una carga cada vez mayor para el sistema sanitario, la economía y la sociedad».

El argumento de calado económico se trufa con «la rápida evolución tecnológica que tendrá como consecuencia una creciente automatización del trabajo, lo que podría generar más tiempo de ocio». Los ministros sugieren que conviene ocupar ese tiempo en actividades deportivas antes que jugando ante el ordenador.

En paralelo, «el deporte ha cambiado y lo sigue haciendo como consecuencia de transformaciones socioculturales más profundas: la democratización y la diversificación del deporte han extendido su ámbito al añadir nuevas disciplinas, incrementar el acceso de las mujeres a deportes tradicionalmente dominados por los varones y multiplicar las instalaciones deportivas; hay una mayor sensibilización sobre la importancia del deporte y la actividad física para la salud y el desarrollo personal; se ha fomentado el potencial del deporte para la integración y la inclusión social, así como su comercialización, que ha dado lugar a empresas, iniciativas empresariales y comercio».

Grandes superficies

Las grandes superficies comerciales dedicadas a la venta de equipamiento para la práctica deportiva son el mejor ejemplo de ese cambio social, en paralelo a las decenas de personas que salen a correr de forma espontánea por las calles o parques de la ciudad.

En ese contexto, el papel de los entrenadores es clave: «Al dirigir y guiar a los que lo practican tienen influencia en los conocimientos, aspiraciones, salud, bienestar y valores de estos». Los ministros europeos estiman que «hay entre cinco y nueve millones de entrenadores, con influencia sobre entre cincuenta y cien millones de europeos».

Por lo que instan a los Estados miembros de la Unión Europea a «fomentar el reconocimiento de la profesión de entrenador mediante marcos nacionales de cualificaciones» que se puedan homologar; a «ampliar el papel de los entrenadores para afrontar, cuando proceda, los desafíos sociales a los que se enfrenta la sociedad en su conjunto»; y a que «apoyen programas educativos y campañas promocionales dirigidas a aumentar el número de entrenadores competentes y a capacitarlos para que mejoren su acceso al mercado laboral y su posición en este».

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