Si el miércoles fueron las urgencias del Hospital Clínico de València las que acusaron la falta de espacio y de camas para ingresos en el centro, ayer la situación se trasladó al hospital Arnau de Vilanova.

Según denunciaron desde el sindicato CSIF, las urgencias del centro estaban ayer «desbordadas» además con pacientes en espera de cama que pasaron la noche «en el pasillo y con los sillones llenos».

Desde el sindicato achacaron el problema a la falta de planificación ya que, en estos momentos, «media planta de Medicina interna está cerrada por obras», lo que está restando una treintena de camas para acoger al mayor número de pacientes que llegan por urgencias, sobre todo por enfermedades respiratorias relacionadas con los días más fríos.

«A la entrada de más pacientes se ha sumado la limitación de camas. En la noche de ayer una decena de personas no pudo ser ingresada en planta», añadieron. El sindicato criticó también la insuficiente plantilla.