Entre los años 1861 y 1903 hubo cuatro arzobispos de València: Mariano Barrio Fernández (1861-1876; Antolín Monescillo y Viso (1877-1892); Ciriaco María Sancha y Hervás (1892-1898) y Sebastián Herrero y Espinosa de los Monteros (1898-1903). Ninguno guarda relación de apellidos con la abuela de Francisco (María Gordo Laguna) pero el cubano no pierde la esparanza. «Mi abuelo se dedicó al comercio y falleció en 1942 a los 72 años. Sus nueve hijos tienen una descendencia numerosa aquí, en Cuba. Yo tengo tres hermanos que viven en Estados Unidos. Mi padre se llama Roberto Cano Gordo y fue militar en Cuba en la década de los 40, luego trabajó en la base naval norteamericna en la provincia de Guantánamo hasta 1964. Yo nací en el pueblo fonterizo de esa base, en 1949», relata.

Francisco tiene dos hijos, uno reside en Cuba y el otro en Estados Unidos. «Me gustaría explicarles sus orígenes españoles. No es fácil para mí, pero merece la pena», concluye.