El tercer premio de la Lotería de Navidad 2017 casi pilla en pijama a los loteros de Rafelbunyol. A las 9:20 horas la suerte, en forma de el número 6914, ha dejado 2,5 millones de euros en este municipio de l'Horta Nord. La primera administración de lotería, que en 30 años nunca había repartido un premio.

Tres décadas aguardando para sacar un champán que pese a la espera, ha sacado espuma y ha regado a los vecinos de Amparo Diaz y Fernando Piquer, madre e hijo y administradores de esta oficina que hoy ha repartido 50 décimos de 50.000 euros cada uno. Amparo Ros, suegra de la fundadora, no ha podido contener las lágrimas. Como suele pasar en estos casos, el premio es dar el premio. En la mente, muchos de los vecinos del municipio "muy necesitados que esperamos que les haya llegado algo", ha declarado la matriarca.

Encarna, una de las primeras premiadas en llegar, lo tiene claro. Tiene cuatro hijos y siete nietos con los que repartir el bocado de suerte. Pero pese a ser un poco más rica hoy, ha decidido seguir su rutina e ir a la peluquería a ponerse guapa para las televisiones.Con tres décimos bajo el brazo

Nació el pasado 14 de septiembre. Lo que no sabía Alba es que llevaría no un pan, sino tres décimos bajo el brazo. Su padre Pedro Buegos y su madre Susana Baltasar han sido dos de los agraciados con el 6914, número que eligieron precisamente por coincidir con la fecha del nacimiento de su primera hija.

Alrededor de las 10.30 de la mañana han aparecido con el carrito en la administración número 1 de Rafelbunyol, fundada hace 30 años por Amparo Díaz, ahora ya jubilada. Pensaba que nunca vería repartir un gran premio de Lotería de Navidad desde su oficina, hoy la suerte ha cambiado.

"Todavía no nos lo creemos. Vamos a esperar a que pase la euforia para decidir qué hacemos con el décimo. De momento, pasaremos unas muy buenas navidades", ha explicado Pedro. Los otros dos boletos premiados no se quedarán en Rafelbunyol, sino que irán a Barcelona y Jarafuel, localidades donde viven las respectivas familias de estos vecinos que llegaron hace diez años a el municipio valenciano.

Ajena al champán y la alegría que se ha vivido en la calle Major de Rafelbunyol, Alba observa las cámaras con atención. Ha nacido con estrella, aunque aún no lo sepa.