El servicio de resonancias magnéticas del Hospital General de València no pasará a ser público el próximo día 8 de enero de 2018, pese a que ese día concluye el actual contrato en vigor desde el año 1992. La empresa que actualmente lo ofrece, Eresa, seguirá haciéndolo como «actividad no concertada», según confirmaron ayer fuentes de la Conselleria de Sanidad, hasta que el centro sanitario esté en disposición de poder dar el servicio con medios propios, y todavía no hay fecha clara para ello a 18 días de que acabe el contrato.
Desde Conselleria de Sanidad no concretaron ayer, sin embargo, qué condiciones regirán esta «prórroga» del servicio -que no del contrato- y hasta cuándo se trabajará con Eresa como «actividad no concertada». Es la misma figura que se ha estado utilizando en estos meses, por ejemplo, mientras se firmó el nuevo contrato del IVO.
«El servicio seguirá ofreciéndose», aseguraron fuentes oficiales al menos hasta que se pueda completar el proceso de internalización. Para hacerlo posible, el hospital primero debe contar con maquinaria propia ya que los dos aparatos de resonancia magnética que ahora están en uso en el hospital son propiedad de la empresa Eresa.
Las nuevas máquinas que han de sustituir a las de capital privado son dos de los siete equipos de resonancia magnética que está previsto adquirir gracias a los 29 millones de euros donados por la Fundación Amancio Ortega aunque el pliego del contrato no está, ni siquiera, publicado.
Ocho meses de tramitación
La administración ha estado tramitando la compra de estos 39 equipos de diagnóstico por imagen y para el tratamiento del cáncer desde que el pasado 5 de abril se firmó el acuerdo con la fundación del magnate textil. De hecho, en la primera previsión de compra de equipos, en la que ya se incluía el destino de cada una de las máquinas, se advertía que estas dos resonancias debían estar listas «a partir de enero de 2018» coincidiendo con la finalización del contrato. Un equipo más irá destinado al departamento de salud, en concreto al área de Torrent.
Sin embargo, los tiempos se han ido dilatando. El pasado 17 de noviembre el pleno del Consell aprobaba los pliegos para poder sacar el concurso a licitación pero estos aún no han sido publicado. Fuentes de Sanidad aseguraron ayer que quizá hoy viernes o en los próximos días se iniciaría el proceso con la publicación de los pliegos en el Diario de la Unión Europea, DUE.
Con todo, y cumpliendo los plazos de exposición, recepción de ofertas y de valoración, aún restan varios meses hasta que la compra de las máquinas se pueda formalizar y otros tantos hasta que las máquinas estén colocadas y en disposición de estar operativas.
Fuentes internas del hospital explicaron que, ante el retraso del concurso público y de la llegada del material, se iba a aprovechar para completar la salida de Eresa de una sola vez ya que el segundo de los tres contratos que tienen en vigor con el Hospital General, el del TAC, vence el próximo mes de julio. De esta forma, y según estas fuentes, el retraso de las nuevas máquinas tampoco iba a ser un problema grave ya que ofrecía la posibilidad de hacer coincidir ambos cambios.
El primero de los que acaban
El proceso de internalización del servicio de las resonancias y el TAC en el General es el primero que se realizará en los hospitales valencianos este año, tras la decisión tomada por el nuevo Consell de no prorrogar los contratos en vigor con la UTE Erescanner. La empresa se ocupa actualmente de ofrecer el servicio de resonancias en todos los hospitales públicos a excepción del Doctor Peset y del Sant Joan de Alacant que tienen equipos propios.
Este macrocontrato, firmado en 2008, se agota el próximo mes de septiembre de 2018 y con él el modelo de externalización del servicio que ha venido operando durante los últimos lustros y con el que ahora quiere acabar la consellera Carmen Montón.
Sanidad ha sido reacia a concretar cómo se abordará esta internalización global y si las nuevas resonancias compradas con el dinero de Amancio Ortega serán suficientes para seguir dando el servicio o habrá que negociar con Erescanner la compra de maquinaria.
Puestos en contacto con la firma concesionaria, desde Erescanner declinaron hacer declaraciones al respecto de la finalización del contrato con el Hospital General.
