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El personal sanitario valenciano sufrió casi una agresión al día durante 2016

La Conselleria de Sanidad registra 306 agresiones, 99 físicas y 207 verbales. de las que solo el 12 % acabaron en denuncia

Los trabajadores de la sanidad pública valenciana sufrieron durante el año pasado 306 agresiones, físicas o verbales, lo que supone casi una al día y una incidencia de 5,89 agresiones por cada 1.000 trabajadores al año. Así lo refleja el informe realizado por el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Conselleria de Sanidad Universal al que ha tenido acceso este diario. En él se contabilizan solo los incidentes de los que se da parte por lo que, en principio, la cifra «real» de agresiones a facultativos, personal de enfermería, celadores o administrativos podría ser mucho más alta.

Los responsables de la administración así lo reconocen cuando dan cuenta del aumento de agresiones observado de 2015 a 2016: un 5,88 % más pasando de las 286 de hace dos años a las 306 registradas en 2016. Para el servicio de prevención de riesgos laborales, este aumento «demuestra que se declaran más agresiones», no que hayan aumentado éstas, debido a la mayor «concienciación por parte de los mandos intermedios y del personal».

El aumentar la notificación de estos incidentes es, precisamente, una de las tareas que se autoimpone en el informe la administración sanitaria ya que es la única forma de profundizar en las causas e identificar los puntos «críticos» en los que mejorar las medidas de protección para la plantilla de trabajadores.

Tomando como base que no están todas las que son, en el estudio se destaca que de las agresiones registradas durante 2016 la mayoría fueron verbales (207 de las 306 totales) y solo 99 fueron de tipo físico. En 2015 también fueron más numerosas las agresiones verbales.

Las mujeres, la peor parte

Las mujeres, en todos los ámbitos de la sanidad valenciana, se llevan la peor parte según el estudio ya que fueron las víctimas en el 77 % de las ocasiones aunque el informe apunta que también la población laboral de la Conselleria se ajusta al «perfil» de persona agredida: mujer con una edad media de 49 años. De los 51.995 personas en plantilla a 31 de diciembre de 2016, el 74 % eran mujeres (38.636) frente al 26 % de hombres (13.359).

El informe también detalla los niveles de «peligrosidad» de cada una de las categorías profesionales. Aunque todas registran agresiones, hay tres que concentraron en 2016 más incidentes de los que les corresponderían por el volumen de trabajadores. Así, y según el informe, ser facultativo, auxiliar de enfermería o celador, por ese orden, supone estar más expuesto a sufrir una agresión.

Solo un 12 % de denuncias

Pese a ser notificadas al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la administración, no todos los incidentes acabaron con una baja del profesional agredido ni con una denuncia ante la Policía contra el agresor.

Según el informe, solo 23 de las 306 registradas fueron declaradas como accidentes de trabajo con baja laboral (la mayoría por agresiones físicas) y solo el 12 % del total acabaron en denuncia, 37 en concreto. En este caso, solo 18 agresiones físicas sufridas en 2016 se llevaron a los juzgados lo que deja impunes 81 episodios de agresiones físicas contra personal sanitario público.

Cabe recordar que desde que el 1 de julio de 2015 se reformó el Código Penal, las agresiones a los sanitarios que trabajan en el sector público (así como los miembros del profesorado) están consideradas como delito de atentado contra la autoridad. Las penas previstas son de prisión de uno a cuatro años y multa de tres a seis meses.

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