Decía estos días el exministro García Margallo, que siempre ha tenido hilo directo con Mariano Rajoy, que si el PP no introduce cambios será sustituido por partidos nuevos, entiéndase Ciudadanos. Es la señal de que entre los históricos del PP se ha instalado el temor a ser desbancados en la hegemonía del centro derecha español. Incluso en distintos foros políticos se planteaba esta semana si el histórico triunfo electoral de la formación de Albert Rivera en Cataluña puede a medio plazo ampliarse al resto de España.
De momento, la dirección nacional de Cs se marca para 2018 su expansión territorial para ampliar en las autonómicas y municipales de 2019 su presencia en parlamentos regionales y ayuntamientos y pasar, si es posible, a formar parte de sus gobiernos. Y en esa agenda, la Comunitat Valenciana aparece subrayada. En este territorio, la dirección de Cs ve muy viable crecer a costa de fuerzas tradicionales, el PP.
«Es estratégica para nosotros», opina el secretario de Organización nacional, Fran Hervías, que ve posible incluso duplicar la representación institucional en la autonomía y el conjunto de ayuntamientos. «Es la tercera comunidad con más afiliados y seguimos creciendo», apunta. «Estamos demostrando que podemos ser alternativa frente a un tripartito caracterizado por la inestabilidad», sostiene la dirección nacional.
¿Pero tiene Ciudadanos un perfil Inés Arrimadas en la Comunitat valenciana para dar el salto definitivo? «Arrimadas es única, pero tenemos banquillo», responde el diputado nacional Toni Cantó. «Inés es un ejemplo de que no era correcto cuando decían que Ciudadanos es un partido presidencialista porque tenemos muchísima gente válida», añade Cantó, a quien dentro del partido ven con suficiente tirón mediático y cualidades para provocar un efecto Arrimadas en la Comunitat Valenciana en 2019.
En su contra juega, apuntan fuentes internas, que pisa poco la Comunitat Valenciana, mucho menos de lo que la dirección valenciana esperaba cuando fue elevado a uno de los puestos clave de la ejecutiva, la secretaría de Comunicación. A su favor, que tiene el mayor predicamento entre las bases y que la candidatura autonómica se elegirá en primarias. También que es una persona conocida en València y provincia y su perfil muy crítico con las políticas lingüísticas del Consell de PSPV y Compromís encaja como anillo al dedo, sobre todo, en comarcas alicantinas y en las castellanohablantes para ganar al votante conservador.
Ello, unido a que la propia marca crece impulsada por el discurso antinacionalista tras la aplicación del artículo 155, del que no solo se ha beneficiado Cs sino que ha arrinconado al PP, puede hacer un cóctel perfecto.
Giner, ¿ayuntamiento o Corts?
Queda año y medio y en política es un mundo, pero Cantó es el llamado a liderar la candidatura autonómica, apunta sin ambages un miembro de la dirección. Su gran rival en primarias podría ser el concejal en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, a quien sectores del partido tientan para que dé el salto a la política autonómica, algo que a Giner no le desagradaría.
El perfil del portavoz autonómico es distinto. En el partido creen que encaja mejor como candidato a alcalde de València, pero la vía autonómica le tienta. Con todo, Giner hará lo que le diga el partido, lo mismo que la síndica en las Corts, Mari Carmen Sánchez, que podría liderar la candidatura autonómica por Alicante.
En la dirección de Cs consideran que se dan todos los condicionantes para crecer, como apuntan las encuestas. De las catalanas sacan la conclusión de que, aunque su política pueda parecer similar a la del PP, ellos aportan una frescura de marca que ya no tienen los populares y están convencidos de que su crisis interna (con el abandono de diputados y concejales) no la percibe la ciudadanía.
La mayoría de referentes de Cs ve muchas similitudes entre la política valenciana y la catalana y por ello van a agitar el antinacionalismo contra Compromís y PSPV e incluso creen que el PP puede desfondarse. «Compromís es el nexo de unión entre ERC y la CUP y el PP es pasado, la derecha marcada por la corrupción y en decadencia», lanza Giner. «El PP se ha demostrado incapaz de regenerarse y le queda un inmenso lastre de corrupción y los juzgados seguirán dando sorpresas», pronostica Cantó. «El PP no es un partido de centro», abunda Sánchez.
«En 2015, -añade Giner- muchos valencianos apoyaron el falso valencianismo de Compromís, que es el mismo nacionalismo de Cataluña en los años 80 y como muestra la educación, la cultura y el enfrentamiento con España». Para el concejal, los valencianos «prefieren políticas centradas y moderadas dentro del proyecto de España en la que perfectamente encajamos nosotros».
«El Madrid nos roba existe -apunta Cantó- con un Puig maniatado por Compromís que aprueba presupuestos inflados que generan victimismo». Sánchez también detecta «una imposición lingüística y un germen de sectarismo cultural y social».
