Más calor y menos agua durante el primer trimestre de 2018. La tendencia se prolonga más de lo previsto y las lluvias suiguen sin vislumbrarse sobre territorio valenciano. El pronóstico genérico de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para el primer trimestre del año resulta, hasta cierto punto, desolador.

El pronóstico es estadístico y establece tres grados de posibilidades en relación tanto a la temperatura como al volumen de las precipitaciones. La previsión indica que la probabilidad es superior, igual o menor en relación a la media registrada entre los años 1981 y 2010, un periodo de tres décadas.

La Aemet estima que la posibilidad de que la temperatura en enero, febrero y marzo sea superior a la media registrada durante el periodo de referencia es del 60 %. La probabilidad de que sea la misma es de un 30 %. Mientras que se reduce a un exiguo 10 % la posiblidad de que haga más frío entre enero y abril que el registrado en la serie histórica de las últimas tres décadas.

La temperatura máxima media registrada en València durante el periodo de referencia alcanzó los 16 grados en enero, los 17 en febreo y los 19 en marzo. La previsión indica que se superarán.

El consenso de los expertos que consulta la Aemet, sin embargo, prevé que la posibilidad de que llueva menos de lo registrado en la media de las tres décadas de referencia es del 50 %. La probabilidad de que llueva lo mismo ronda el 30 % mientras que la posibilidad de que llueva más apenas alcanza al 20 %.

La precipitación media registrada durante los años comprendidos entre 1981 y 2010, la que se toma como referencia, es de 37 milímetros de media mensual en enero, de 36 en febrero y de 33 en marzo. A la mitad de la media correspondiente a los meses de septiembre y octubre, los más lluvisos, pero cuatro veces más que la media del mes de julio, el más seco en la serie histórica con diferencia.

Las temperaturas al cierre del año se dispararon hasta cinco grados por encima de la media habitual los días 30 y 31. Los fuertes vientos, en su mayoría de componente oeste, han provocado alguna molestia pero no verdaderos desperfectos y han contribuido a subir la temperatura y secar el ambiente.

Ayer se mantuvo la tónica en Alicante y Castelló y algo menos acusada en València, donde la temperatura se mantenía ligeramente por encima de la media histórica.

Si fue notable el poderoso viento de componente oeste, continuo desde primera hora de la mañana, que permitió tanto a los turistas madrugadores como a los últimos juerguistas que abandonaban los locales de fiestas en la dársena del puerto cuando ya salía el sol asistir a un espectacular amanecer ante las playas de València. El viento se llevó cualquier nube y la temperatura, aunque superior a la media, no permitía la formación de calima sobre el horizonte.

Previsión

La previsión para los próximos días alerta sobre fuertes vientos en una veintena de provincias españolas. De hecho, tanto Castelló como Alicante se encuentran en alerta amarilla ante la posibilidad de que las ráfagas de viento superen los 80 kilómetros por hora los días venideros. La provincia de València no alcanza la alerta amarilla, pero sí todas las demás provincias costeras del Mediterráneo, desde Tarragona hasta Málaga.

El pronóstico para la próxima semana también prevé lluvias en casi todo el cuadrante Atlántico y Norte de la Península, pero no en territorio valenciano.