Las consecuencias del fuerte temporal de nieve que ha azotado a la parte norte del país en las últimas horas han afectado a decenas de valencianos que se desplazaron hasta los municipios de esta parte de España, en su mayoría, para pasar las fiestas navideñas en compañía de familiares y amigos.

La autopista AP-6, que conecta Madrid con Ávila, quedó ayer intransitable por la gran cantidad de nieve dejando atrapados a centenares de vehículos que intentaban circular por ella. Entre los atrapados se encontraban decenas de valencianos, como Arantxa Porcar, vecina de la localidad castellonense de Alcora, que pasó 14 horas inmovilizada en el coche junto a su madre, su pareja, Diego García, y la tía de este.

«Ha sido una locura», relata Arantxa a Levante-EMV, «un verdadero agobio porque no sabíamos ni el tiempo que íbamos a pasar y no llevábamos agua de reserva para pasar el trance». Ya que allí, en medio de la AP-6, «nadie vino a darnos información y ni mucho algún tipo de provisiones». «Fue muy angustioso que no nos dieran noticias de cómo estaba la situación», añade.

A las 19:30 horas del pasado sábado, Arantxa y su familia salieron desde del pueblo de Sanchidrián, en Ávila, de donde es originario Diego y donde habían ido a pasar las fiestas de Nochevieja y Reyes. Pasaron el peaje, en el que preguntaron al personal si era transitable «y nos dijeron que sin ningún problema». Así que siguieron hacia delante, pero solo 10 kilómetros, porque entonces el atasco era tal, que ya no pudieron continuar el camino.

Teniendo en cuenta que la previsión de nevadas se conocía desde hace una semana «no entendemos esta falta de actuación ni por qué abrieron el peaje», explica Diego, quien se pregunta si el no haber sacado los quitanieves se debe al hecho «de querer ahorrar a toda costa».

Precisamente debido a las inclemencias del tiempo, y para acabar de complicar la situación, en el túnel que discurre junto al municipio de Los Ángeles de San Rafael, «se produjeron tres accidentes lo que terminó de bloquear la carretera», indica Arantxa.

Toda la noche en el vehículo

Tras pasar la noche encerrados en el coche con la calefacción puesta, ya que la temperatura exterior era de dos grados bajo cero y no paraba de nevar hasta alcanzar los casi 60 centímetros «menos mal que llevábamos el depósito de combustible lleno», dice la vecina de Alcora. Por fin, a las 10 de la mañana del domingo, la Unidad Militar de Emergencias (UME) llegó hasta el lugar donde se encontraban parados tras haber desatascado la vía.

«Venían equipados con palas y agua y comida. Desde luego ellos son los héroes de esta historia», dice Diego, quien remarca que «ni desde la empresa responsable de la autopista ni de otras entidades se han preocupado de nosotros».

Sobre las 8:00 horas llamaron al 112 para ver si conseguían algún tipo de información, pero lo único que recibieron como respuesta fue que «estaban saturados por la gran cantidad de llamadas que habían recibido para que enviaran ambulancias y médicos», explica la joven castellonense, « lo más probable es que se debiera a algunas deshidrataciones porque allí había gente mayor y niños muy pequeños. Además, casi nadie iba preparado con botellas de agua para pasar la noche».

En estos momentos es cuando aflora la solidaridad de la gente ya que «veías a gente ayudando a otros coches a empujar el vehículo o compartiendo la poca agua o comida que tenía disponible en ese momento», explica Arantxa.

Pero esta familia no fue la única que quedó atrapada. El alicantino Óscar Marinas, que viajaba a Alicante tras pasar unos días en Valladolid, decidió «salir con antelación porque sabía que iba a nevar y elegí ir por la autopista ya que entendía que lo tendrían previsto y no habrían muchos problemas». Pero no, finalmente acabó atrapado en la ratonera en la que se convirtió la autopista del noroeste.

Más de 16 horas estuvo parado «sin información y sin saber cuándo podría reanudar la marcha». Hasta que finalmente, a las 9:30 horas, fue la UME quien le liberó.

En total la UME desplegó 250 soldados ayer que trabajaron a destajo para ayudar en el rescate de los conductores que se quedaron atrapados en sus vehículos durante la noche del sábado al domingo.

Según explicó la propia Unidad Militar de Emergencias,se desplegaron dos compañías de soldados especialistas y 95 vehículos para rescatar a los cerca de 1.000 automóviles retenidos, según cifras de la Dirección General de Tráfico.