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Entrevista

Joaquim Dolz: "En ningún país los padres deciden qué porcentaje de enseñanza se da en cada lengua"

"El bilingüismo refuerza capacidades cognitivas como la flexibilidad mental, la resolución de problemas, la capacidad de abstracción y el simbolismo», afirma el catedrático de Didáctica de las Lenguas

Joaquim Dolz: "En ningún país los padres deciden qué porcentaje de enseñanza se da en cada lengua"

¿Por qué considera importante el bilingüismo?

Hoy sabemos desde el punto de vista de las investigaciones, incluso de las neurociencias, que el bilingüismo refuerza capacidades cognitivas como la flexibilidad mental, la resolución de problemas, la capacidad de abstracción y el simbolismo. Y también capacidades sociales, ya que hablar varias lenguas permite pasar de una a otra y conocer mejor la cultura del otro, pues detrás de cada lengua hay dimensiones sociales que son diferentes. Es decir, que da una capacidad de diálogo dentro de la diversidad que es positiva para desarrollar habilidades interculturales.

El modelo de enseñanza plurilingüe que trata de introducir la Conselleria de Educación, con el asesoramiento de las Unidades de Enseñanza Multilingüe de las Universidades públicas valencianas, se basa en que potenciando la lengua minorizada, o sea siendo realmente bilingüe, es más fácil aprender una tercera lengua como el inglés. ¿Esto es cierto?

Si se hace bien, sí. Para que esto ocurra el contexto exterior a la escuela juega un papel fundamental porque para desarrollar competencias o capacidades bilingües es necesario utilizar las lenguas. En este caso hay cuatro factores que juegan su papel. El primero es la vitalidad de la lengua y es evidente que, según las encuestas sociolingüísticas, el valenciano ha perdido hablantes. El segundo es el estatus de la lengua, y el inglés tiene un estatus internacional pero en nuestro territorio carece de una gran vitalidad. En cambio, el castellano lo tiene todo: la vitalidad lingüística, el reconocimiento oficial y se considera también una lengua franca desde el punto de vista internacional. El valenciano, desgraciadamente, no tiene el mismo estatus que el castellano aunque sea una lengua oficial en la Comunitat, ya que ha tenido una historia de minorización y continúa teniéndola. El tercer factor, la distancia entre las lenguas, puede jugar en ambos sentidos a la hora de facilitar o no el aprendizaje de las lenguas. Es decir, sí es una lengua próxima habrá interconexión, siempre y cuando se quiera aprenderla claro está. El cuarto aspecto es que para aprender una lengua es necesario estimarla y valorarla.

Esto último juega a la contra del valenciano, pues una parte importante de la sociedad tiene una visión negativa del mismo...

Eso es lo que he intentado transmitir en las Corts a los representantes políticos de todos los partidos: que el conflicto lingüístico valenciano, la confrontación, juega en contra de la educación. Mientras los políticos no se pongan de acuerdo en una ley que dé un marco o transmitan valores negativos sobre las lenguas y acentúen la actual situación diglósica de prestigio o privilegios sociales superiores de una lengua frente a otra, habrá muchos alumnos que nunca querrán aprender valenciano o inglés, e incluso quizás no quieran aprender castellano, aunque esto último será más bien extraño.

¿Qué opina del proyecto de ley de enseñanza plurilingüe presentado por los tres partidos firmantes del Pacte del Botànic?

Su aspecto más positivo es que considera a las tres lenguas, el valenciano, el castellano y el inglés, como instrumentos para el aprendizaje de otras materias. La virtud de esta propuesta es que ofrece un marco común para todas las escuelas, que es respetuoso con la Constitución y las leyes anteriores, y permite una forma de organizar la enseñanza según los intereses escolares donde los padres pueden participar pero no decidir el modelo.

¿Y entonces? ¿dónde queda la libertad de los padres para elegir la lengua en la que quieren que estudien sus hijos?

Yo no conozco ningún país donde los padres decidan qué porcentaje de enseñanza se debe dar en cada lengua en la escuela pública o financiada con fondos públicos, pues eso sería difícil de gestionar. La libre elección de un currículo no la conozco. Si usted quiere una escuela diferente, vaya a una totalmente privada, pues la educación sostenida con fondos públicos debe garantizar el aprendizaje de las dos lenguas oficiales, el castellano y el valenciano. Tal vez sea un poco ingenuo, pero creo que los líderes políticos deberían estar para orientar a la gente y no para acentuar, por razones electorales, el enfrentamiento entre las lenguas. Uno de los problemas por los que no se aprenden las lenguas es porque los padres de los alumnos no las valoran lo suficientemente, y eso pasa también con los idiomas extranjeros. Ahora bien, soy partidario de la libertad que se da a los consejos escolares en la propuesta de ley con el fin de crear el Proyecto Lingüístico de Centro (PLC), pues eso permite una adaptación al contexto social y también una implicación de la comunidad educativa en el aprendizaje. Si los padres tienen una visión negativa de una lengua, sus hijos no la van a aprender. Las lenguas se aprenden tanto en la escuela como en la familia, por lo que es importante que haya una buena interconexión entre ambas.

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