Han vivido tres años de formación. Han pasado duras pruebas físicas en galerias subterráneas o de manejo de herramientas de hasta 25 kilos en posiciones complicadas. Les han dotado con tecnología punta de rescate. Están preparados para actuar en servicios con múltiples víctimas, terremotos, lluvias intensas o explosiones. Ellos son los 22 bomberos «de élite» que formarán la Unidad de Rescate en Emergencias y Catástrofes (UREC) que presentó ayer el Consorcio Provincial de Bomberos de València, el segundo equipo especializado que se ha creado en España con tal fin.

Divididos en dos bases, que se ubicarán en Chiva y Alzira, estos bomberos están prestos para realizar intervenciones rápidas ante catástrofes, entre las que también figuran rescates de personas caídas en una sima o por el derrumbe de un edificio. Para ello, todos los miembros del equipo están permanentemente localizados y cuentan con equipos electrónicos de localización de víctimas, cámaras de visualización de 360 grados, láser para detectar movimientos en edificios a punto de derrumbarse o radiales eléctricas de corte húmedo capaces de cortar hormigón de hasta 40 centímetros de profundidad.

Este equipo surgió de la propia voluntad de los bomberos, que «entendieron como una necesidad una unidad especializada en catástrofes», explicó Josep Bort, el presidente del consorcio. Algunos de ellos ya intervinieron en los terremotos de Turquía, Haití, Argelia o Pakistán. Ahora ya están formados para responder en equipo a una emergencia en València o cualquier otro lugar.