El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aprovechó ayer su presencia en el Foro de Liderazgo Turístico Exceltur, previo a la feria Fitur, para mantener un encuentro bilateral con su homóloga balear, la también socialista Francina Armengol.

Además de convocar una cumbre de autonomías en Palma de Mallorca para tratar estrategias comunes turísticas, abordaron el problema compartido de la financiación autonómica.

«Hay que desatascar la cuestión. No se puede poner como excusa ahora Cataluña, sino cumplir la palabra dada», afirmó el jefe del Consell tras el encuentro, en el que abordaron «generar alianzas positivas» entre autonomías y «no contra nadie», agregó en un intento de eliminar la idea de frentes entre diferentes grupos de comunidades.

El argumento es que el conjunto de los territorios está infrafinanciado por un déficit anual en las aportaciones del Estado de 16.000 millones.

En este sentido, tanto el presidente manchego, Emiliano García-Page, como el consejero de Economía de Cantabria, Juan José Sota, instaron ayer al Ministerio de Hacienda a convocar un Consejo de Política Fiscal sobre la financiación y las consecuencias del aplazamiento de las entregas a cuenta para 2018 hasta los presupuestos del Estado (PGE).

Justo hace hoy un año, Mariano Rajoy reunió en el Senado a la conferencia de presidentes autonómicos y se comprometió a tener nuevo modelo de financiación en 2017. «No ha pasado. Es un incumplimiento grave», dijo Puig ayer.

Sin embargo, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, acusó a Puig ayer de no querer cambiar el sistema. Eso comenta «en los despachos de Madrid», dijo.

El president por su parte insistió en el rechazo al impuesto turístico, del que dijo que sería «un parche» en la Comunitat Valenciana frente al problema de la financiación «insuficiente». Junto con el presidente gallego, el popular Alberto Núñez Feijóo, Puig y Armengol apelaron a la regulación de los apartamentos turísticos y defendieron su existencia.