Al Consell fruto del Pacte del Botànic le costó ponerse en marcha en materia legislativa, pero una vez cruzado el ecuador de los cuatro años de mandato ha puesto la directa. A falta de 16 meses para que se acabe la novena legislatura (si no sobreviene un adelanto electoral), el gobierno bipartito de Ximo Puig y Mónica Oltra ya ha superado las leyes y decretos leyes que promulgó en cuatro años (de 2011 a 2015) el último ejecutivo del PP, el de Alberto Fabra (los dos primeros meses de la legislatura el president fue Francisco Camps).
El balance que airea el Consell actual es de 39 leyes aprobadas ya, a enero de 2017, frente al total de 38 en los cuatro años de la legislatura de Fabra. Y el mismo fenómeno se da con los decretos leyes: 20 en dos años y medio de legislatura cuando en toda la anterior Fabra sacó adelante 19.
Con la nueva televisión se puede decir que empezó todo. Casi a punto de cerrar 2015 en blanco, el Consell del Botànic publicó en el Diari Oficial de tacada tres leyes el 29 de diciembre. Dos eran de obligado cumplimiento, aunque no siempre se consiguen aprobar, como Mariano Rajoy está comprobando en sus carnes (la de Presupuestos del año siguiente y la conocida como de acompañamiento). Se les unió la norma para la recuperación del servicio público autonómico de radio y televisión, que sentaba las bases de la futura ley de la nueva RTVV, aprobada ya en julio de 2016.
Pero, queda dicho, los primeros pasos normativos no fueron fáciles. Hay normas cuya tramitación se dilató durante más de un año, pero han acabado siendo realidad. Los mejores ejemplos sean quizás las leyes para la creación de la Agencia de la Innovación (el proyecto de Andrés García Reche) o la llamada ley Trans, la del reconocimiento de la identidad de género. Ambas en proyecto desde el inicio de la legislatura pero que no se plasmaron en el Diari Oficial hasta 2017.
La actividad normativa del Consell de PSPVcomo es lógico en un gobierno que empieza, de cambio. En 2017 ha aprobado 22 leyes, incluyendo la de Presupuestos de 2018 y la de acompañamiento.
Y este año se esperan más, augura el director general de Relaciones con las Corts, Antonio Torres. El plan legislativo anual de las conselleries incluye una treintena, a las que hay que unir las que están en trámite. Para el alto cargo, lo que se constata es que «el ritmo de trabajo normativo del Botànic es bastante superior al gobierno anterior».
Los decretos leyes fueron más rápidos. Su tramitación no es tan costosa. El primero tuvo un claro contenido simbólico: el del acceso universal a la sanidad, tumbado ahora por el Constitucional.
