Carmen Leal se deshace en elogios hacia su predecesor al frente de la Academia de Medicina y aspira a sostener la autoridad de una institución que se acerca a su bicentenario. Pero, sobre todo, su capacidad para auspiciar debates de actualidad. Leal quiere una academia viva, como ella.
P ¿Tenía usted conciencia de ser una pionera cuando se convirtió en la primera catedrática de Psiquiatría de España?
R Me quedé en la Facultad de Medicina desde que acabé la carrera. Me parecía natural. PNN, profesora numeraria y catedrática. Yo tenía dedicación plena. Las compañeras que se casaban no lo tenían tan fácil. Si me hubiera casado nunca habría llegado a ser catedrática de Psiquiatría. Me consideraron pionera después. En aquella época tu continuidad dependía del hecho de estar aquí.
Ahora tienes derecho a que te reserven la plaza. Entonces, no.
P ¿Han cambiado las cosas?
R Sí. No tanto como quizá deberían haber cambiado, pero sí han cambiado. Ahora el 80% de las estudiantes de Medicina son chicas, se ha invertido la proporción en relación a cuando yo estudié, pero a nivel de cargos directivos ya no es así. Está de moda decir que hay que romper los techos de cristal. Pero yo creo que hay techos de acero, no de cristal.
P ¿En psiquiatría también?
R Yo he sido durante años jefa de servicio de Psiquiatría en el Hospital Clínico y he tenido más de cien residentes. Últimamente había más chicas, eso varía de un año a otro pero la proporción entre doctores sí ha cambiado. Antes de mi época, las mujeres eran pediatras. Ahora hay cirujanas o traumatólogas.
P El Hospital Clínico, ¿está colapsado
R El Hospital Clínico lleva varios años con problemas de capacidad. Afortunadamente ya se ha comprado la facultad de Ingenieros Agrónomos, que es la ampliación natural, por la que llevamos años y años luchando. Cuando fui decana de la Facultad de Medicina (también fui la primera mujer decana) ya me quejaba. Para la población que atiende este hospital es muy pequeño. Nada que ver con el nuevo Hospital La Fe, que es un lujo.
P Pero el Hospital La Fe también está desbordado...
R Es que la demanda crece de forma exponencial. Los expertos en Salud Pública explican que la demanda crece y crece y crece y las estructuras, que también crecen, no pueden hacerlo en la misma medida.
P ¿Hace falta más prevención?
R No hacemos suficiente prevención, pero también es que la gente le pierde el miedo a las patologías. En mi especialidad, por ejemplo, antes no es que no hubiera tantos trastornos depresivos como ahora, es que ahora la gente consulta, la demanda ha crecido mucho porque la gente consulta. La gente cree que tiene derecho a la salud y lo exige. Y la gente ha aprendido que la detección precoz es esencial para la supervivencia.
P En psiquiatría, ¿también?
R El tiempo sin tratamiento de un trastorno psicótico es clave también, como en cualquier otra enfermedad. Con un diagnóstico temprano, el tratamiento es mucho más eficaz.
P ¿Cómo se puede reforzar la prevención?
R Hay que fortalecer la atención primaria. Ese es el primer escalón. Ser médico de primaria es la especialidad más difícil.
P El acoso a jóvenes escolares a través de las redes sociales, ¿deriva en trastornos psíquicos?
R El acoso a través de las redes sociales está de moda entre los jóvenes, pero como las desigualdades sociales, la pobreza, la violencia, no hablemos de la violencia de género, la marginación.. Todos esos hechos son factores de riesgo. No son trastornos patológicos, pero provocan trastornos psíquicos y físicos.
P ¿Es lícito el debate en torno a problemas asociados a las vacunas o las virtudes de la homeopatía?
R Es muy peligroso el debate en torno a las vacunas, los medicamentos más testados de todos. Y por supuesto no creo en la homeopatía. No tiene suficientes fundamentos científicos.
P ¿Qué hace realmente la Academia de Medicina?
R Hacemos peritajes a requerimiento de los jueces. Esa es nuestra principal actividad. Pero intentamos ser un foro plural de debate al margen de las presiones de la industria farmacéutica, de los partidos políticos o de cualquier otro interés ideológico. Este año, además, tenemos programadas toda una serie de actividades sobre las repercusiones del envejecimiento.
