? El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se refirió a las confesiones como «la constatación de un sistema de funcionamiento con enormes irregularidades» y de que «se ha prostituido la democracia, porque se han ganado elecciones de manera ilícita».

Por su parte, el secretario general de Podemos en la Comunitat Valenciana, Antonio Estañ, afirmó ayer que los empresarios «vinculados a la corrupción del PP no deben seguir beneficiándose de contratos públicos». El síndic cree «no solo son necesarias condenas a los cargos del PP relacionados con la corrupción, sino impedir que la red de intereses empresariales que la sostenía pueda seguir medrando en el futuro». Su homólogo de Compromís, Fran Ferri, puso el foco ayer en el exsecretario del PPCV. «El hecho de que diferentes encausados hayan señalado a Ricardo Costa como el enlace entre la trama Gürtel y los empresarios que financiaban irregularmente al partido demuestra que la X de este caso de corrupción es el Partido Popular». Por su parte, Joan Ribó auguró nuevos juicios relativos a la financiación del PP.

Por su parte, la vicesecretaria del PPCV, Elena Bastidas, trató de sacar balones fuera y vio «fuera de tono» las declaraciones de Puig, de quien dijo haber «caído muy bajo, queriendo dictar la sentencia a un juez». «Mientras, aprueba que se conceda una subvención de 300.000 euros a empresas vinculadas a sus hermanos», replicó Bastidas en un acto en Xàtiva.