Activos, amantes de lo rural, gastrónomos o apasionados por la cultura. Hay para todos. La Comunitat Valenciana encierra ofertas satisfactorias para todos los gustos. Y la Agencia Valenciana de Turisme ha decidido divulgar las opciones posibles a través de una aplicación que constituye un auténtico manual de planes para el fin de semana, con 280 propuestas.

Experiencias Mediterráneo 2018 se presentó en Fitur, el gran escaparate de la oferta turística española, y ya es accesible a través del teléfono móvil de cualquiera. La Ruta de la Horchata, por ejemplo, combina uno de los productos más netamente valencianos, con una cómoda ruta ciclista accesible a cualquier vecino de la ciudad de València.

Por un precio de 25 euros, el turista o residente activo disfrutará de una ruta ciclista guiada con visita a una alquería y degustación de la bebida de chufa. Se ofrece a lo largo de todo el año y el recorrido supone entrar en contacto con la huerta de València, visitar una alquería tradicional, participar en un taller sobre elaboración de la horchata, tomarse un vaso del producto que encandiló en su día a Jaume I, naturalmente con Denominación de Origen València y, para los gastadores, la visita a una tienda con productos innovadores elaborados con chufa, desde jabones a exfoliantes o cremas de belleza.

Turismo botánico

Para los vecinos de la ciudad de Alicante también hay una oferta englobada en el paquete denominado rural con un notable atractivo. Se trata de un plan bautizado Viviendo la Sal. Se identifica como una oferta de turismo botánico, puesto que las dunas y los saladares constituyen unos espacios que albergan una flora y fauna peculiares, animales y plantas capaces de sobrevivir en un medio aparentemente muy hostil.

La posibilidad de retroceder algo más de un siglo para disfrutar del Alcoi modernista se engloba en el capítulo de la oferta cultural. Y un poco más caro. La guía ofrece una visita guiada para disfrutar los edificios modernistas levantados cuando Alcoi era una auténtica ciudad industrial.

El plan es conocer los edificios modernistas que se construyeron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX con especial atención a la denominada Casa del Pavo y, sobre todo, el Círculo Industrial, centro del poderoso núcleo de empresarios alcoyanos que fueron capaces de acercar el ferrocarril a uno de los puntos más inaccesibles del territorio valenciano.

Y para acabar, un buen plan gastronómico. Y no sólo paella come el turista. Un buen conocedor tiene que acercarse al Norte de Castelló para tocar Los Olivos Milenarios que se extienden por el Maestrazgo en las proximidades de la Vía Appia que conectaba Tarraco, la actual Tarragona, con Cesaraugusta, Zaragoza. El jugo de la variedad farga que ofrecen los árboles centenarios es un auténtico manjar.