El martes, día 23, se apearán en la estación de Castelló los primeros viajeros de la conexión de Alta Velocidad (AVE) entre Madrid y la capital de la Plana. Sin duda se trata de un hito en la historia del ferrocarril de Castelló, pero, en paralelo, la nueva infraestructura arrancará con un pesado lastre que pone en tela de juicio su eficacia y oportunidad.
En el debe de la Alta Velocidad a la que por fin se subirá Castelló se sitúa en primer lugar el mayúsculo retraso que acumula respecto al calendario oficial anunciado por el Gobierno central, nada menos que de 11 años.
La segunda rémora es la provisionalidad del proyecto en lo que toca al ramal férreo por el que circulará en el tramo entre Valencia y Castelló, el denominado ´tercer hilo´, vía por la que desde el martes, además del AVE, seguirán circulando los trenes de cercanías y los de mercancías. El Gobierno anuncia para 2020 las obras de la doble plataforma del AVE entre Valencia y Castelló. Y la tercera, consecuencia directa de la anterior, es su impacto negativo en un servicio ferroviario cotidiano y vital para el grueso de los usuarios, los Cercanías. Estos trenes ya han acumulado retrasos desde septiembre de 2015 cuando comenzaron las obras del ´tercer hilo´. Y está por ver de qué manera los glamurosos AVE influirán en los horarios de los Cercanías.
Estas tres manchas en el flamante chasis del AVE Madrid-Castelló han avivado la polémica, sobre todo en el ámbito político. Solo el PP ha defendido a capa y espada el proyecto y lo presenta como un logro del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Los populares se escudan en la crisis económica a la hora de justificar el retraso.
PSPV y Compromís, y organizaciones como la Unión de Consumidores, han resaltado el retraso del proyecto, la raquítica ganancia de tiempo sobre el actual servicio actual y Castelló, apenas media ahora, y su impacto negativo los Cercanías.
El proyecto del AVE para Castelló se remonta a 2001, con la firma del pacto de Murcia. Allí, se anunció que llegaría en 2007, y mediante una vía de ancho europeo. En 2006, se licitaron los contratos, pero en 2011, en el cénit de crisis económica, se paralizó el proyecto. En 2015, el Gobierno optó por la alternativa del ´tercer hilo´, que ha supuesto una inversión de 200 millones.
2001
El primer anuncio sobre la llegada de la Alta Velocidad a Castelló, mediante la vía de doble ancho internacional, se remonta a 2001 en el marco de la firma conocido como el Pacto de Murcia, con el PP en el Gobierno central. Allí se fija como prioridad la construcción del ramal entre València y Castelló y, de manera optimista, se anunció que el AVE llegará a la capital de La Plana en 2007. El primer paso fue la exposición pública del proyecto en 2002. El proyecto fue aprobado en 2006, es decir, justo un año antes de la previsión para la conclusión de las obras. Durante cuatro años se licitaron los contratos de los 11 tramos en los que se dividió la obra. Pero nunca comenzaron las obras. A medida que subía el termómetro de la crisis económica, el proyecto seguía en el limbo, hasta que en 2011 el ejecutivo lo paraliza.
2015
fue en el año 2015, el Gobierno de Mariano Rajoy es consciente de que para la llegada del AVE a Castelló, a través de la vía específica de doble ancho internacional, tiene que volver a retomar todos los trámites administrativos para reactivar el proyecto de 2011 y ello dilataría aún más la demora a la hora de cumplir su promesa a castellonenses. De ahí que el Ministerio de Fomento optara por una solución intermedia, la denominada como ´tercer hilo´, es decir, sobre la actual vía convencional por la que también circulan los trenes de Cercanías Regionales y de transporte de mercancías. Esas obras, que han supuesto una inversión de 200 millones de euros, comenzaron en septiembre de 2015. Tras finalizar los trabajos sobre la vía,en marzo de 2017, comenzó un período de pruebas de un año que se ha acortado casi un mes.
2017
seis años después de aparcar el proyecto de vía de doble ancho internacional para el tramo entre Valencia a Castelló, el Ministerio de Fomento decide retomarlo y empieza de cero su tramitación, aunque sobre la base de los trabajos previos que se realizaron entre 2002 y 2011, cuando se dio carpetazo el primer proyecto. Así, en septiembre de 2017, licita un nuevo estudio. El documento, con un presupuesto de 655.154 euros, incluye también la evaluación ambiental. La previsión del Fomento apunta al año 2020 como fecha para el inicio de las obras de este nuevo ramal y ya sí plenamente apto para la circulación de AVES a la máxima velocidad de 350 kilómetros a la hora. La inversión estimada por el Ministerio de Fomento para la realización de esta obra supera los 1.100 millones de euros.
