La financiación ilegal de los populares admitida por el exsecretario general Ricardo Costa planeó sobre la primera sesión de control de 2018 al presidente, Ximo Puig. Durante el debate, que los populares centraron en incumplimientos del Consell en materia turística y dependencia, falta de transparencia o la llegada del AVE a Castelló, Puig exigió a Bonig que asumiera responsabilidades porque no hay un nuevo PP.

El jefe del Consell aseguró que la lideresa del PP se sienta en su escaño porque Carlos Fabra y el propio Francisco Camps apostaron por ella y desveló que los populares pagan dos mil euros mensuales para saldar una deuda de 2011 con el Palau de les Arts por un mitin electoral con candidatos municipales. También desveló que en dos años la Generalitat ha recuperado cuatro millones por sentencias judiciales o deudas cobradas.

Puig reprochó que en la web de los populares se mantenga una llamativa defensa de Bonig a Costa y Camps en la que les da apoyo y dice que el tiempo les dará la razón. Posteriormente, los populares exhibieron comentarios de Puig en defensa de la presunción de inocencia de los expresidentes andaluces Chaves y Griñán.