Alrededor de 250 personas se manifestaron ayer frente al Ayuntamiento de Llíria con la misma proclama: no al centro de recepción de menores que la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas anunció que abrirá a principios del año que viene en su municipio y que cuenta con el visto bueno del consistorio edetano.

Esta instalación servirá para acoger a los menores procedentes del centro de Monteolivete -ya clausurado por deficiencias- y que ahora se encuentran de forma temporal repartidos entre Buñol, la Pobla de Vallbona y otros puntos de la provincia de València.

Estos jóvenes en situación problemática -algunos por comportamiento y otros porque han quedado huérfanos, viven en un ambiente familiar complicado o son inmigrantes que se encuentran solos- necesitan un lugar en el que residir y donde tratar de reinsertarse en la sociedad desde que cerró el centro de Monteolivete.

En esas circunstancias, la conselleria y el Ayuntamiento de Llíria convinieron la creación de un gran centro socio-asistencial en el antiguo reformatorio situado en El Prat, junto al Parc de Sant Vicent, en el que estaría ubicado el nuevo centro de recepción de menores, además de un centro de día para mayores y otro para discapacitados, un albergue juvenil internacional y una dotación para prevenir incendios forestales con un helipuerto.

Pero el proyecto se ha topado con el rechazo de una buena parte de los vecinos de Llíria. Alrededor de 250 personas acudieron ayer por la tarde a la concentración convocada por la asociación «Transparencia y Participación Ciudadana por Llíria», encabezada por la concejala tránsfuga del PSPV, Isabel Aigües, ahora en la corporación municipal como no adscrita. Anteriormente hubo otras manifestaciones, en las que el movimiento contó con el apoyo expreso de la portavoz del PP, Reme Mazzolari.

Algunos de los manifestantes entraron ayer de forma pacífica y ordenada al pleno municipal que se celebraba a la misma hora, en el que esperaban a que el alcalde, el socialista Manolo Civera, respondiera a las preguntas sobre el centro de menores que Aigües había anunciado que formularía.

«Violadores y asesinos»

¿Y por qué este nutrido grupo de vecinos rechaza el centro? El principal argumento que esgrimen es que ven a estos menores como «delincuentes». «Nos quieren vender que son chicos necesitados cuando entre ellos hay violadores y asesinos», afirman. «El centro de menores estaría bien si estuviera vallado y cerrado sin que pudieran salir, y con Policía Nacional para controlarlos», insisten.

Otros se fijan, dicen, en el «bienestar de los menores», al señalar que el centro estaría a 2,5 kilómetros del casco urbano de Llíria en una especie de «gueto», lo que no ayudaría a su reinserción. Por ello, aducen, «deberían ir a otro sitio en que sí estuvieran en condiciones, con seguridad y con juzgados», un lugar que, consideran, no debería ser Llíria.

Y, por último, reivindican otras necesidades prioritarias como el centro de día para mayores o el de discapacitados que, pese a que se encuentra en el mismo «paquete» que el centro de menores anunciado por el ayuntamiento, creen que van a ser postergadas.