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El pintor Eduardo Muñoz Orts resistió a la barbarie nazi

Lalo, un artista en Mauthausen

Dos cuadros con estampas huertanas y taurinas salvaron del horno crematorio nazi al pintor valenciano Eduardo Muñoz Orts

Lalo, un artista en Mauthausen

El pintor Eduardo Muñoz Orts Lalo nació en València el 6 de junio de 1907 y murió en la población francesa de Issy-les-Moulineaux (París), el 10 de mayo de 1964 a la edad de 57 años, a consecuencia, como le sucedió a muchos otros, de las secuelas que dejó en su salud su paso por el campo de concentración nazi de Mauthausen. Y eso que Lalo se puede considerar un «privilegiado» dentro de la barbarie de aquel complejo de la muerte.

Cursó Bachillerato en el Instituto Lluís Vives de València. Al comenzar sus estudios superiores en la Universitat de València, Lalo dejó la carrera de Derecho y se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, pues su vocación siempre había sido la pintura y el dibujo. En San Carlos coincidió con un grupo de artistas que más tarde configurarían la denominada Vanguardia valenciana de los años 30. Este grupo, tanto a nivel cultural como político, tuvo una gran repercusión en la vida universitaria valenciana.

Lalo se afilió a las Juventudes Socialistas y ocupó un cargo directivo en la Federación Universitaria Escolar (FUE) de la Escuela de San Carlos. Posteriormente pasó a ser militante del Partido Comunista de España y se adhirió a la alianza de Intelectuales para la defensa de la Cultura.

Participó en la Guerra Civil integrado en el Estado Mayor del Ejército del Ebro. Forma parte del V cuerpo de Ejército y está destinado en una de las divisiones más famosas del Ejército Republicano, la 46 División de El Campesino, aunque cuando cruza la frontera francesa la división la manda el teniente coronel Bosch.

Obrero de la línea Maginot

Los soldados de la 46 División en un número que va de 12.000 a 15.000 hombres, cruzan la frontera francesa el día 14 de febrero por el Collado de Ares. Son los últimos soldados republicanos en pasar a Francia. Los internan primero en el fuerte de Mont de San Luis y de allí los integrantes de la División de El Campesino los alejan de los campos de internamiento cercanos a la frontera española y los llevan al campo de castigo de Le Vernet. Lalo sale del mismo como integrante de una Compañía de Trabajo Militarizada, siendo destinada la compañía a realizar trabajos de fortificación cerca de la línea defensiva de Maginot.

Cuando Francia es invadida por el ejército alemán sufre como otros miles de republicanos españoles el hundimiento del ejército francés y entre los días 4 y 6 de junio de 1940 y en una zona cercana a Dunkerque es hecho prisionero. Primero es llevado al Stalag VIII-C situado en la ciudad de Sagan (Polonia) y en octubre de 1940 es trasladado al Stalag XII-D5 emplazado en la ciudad alemana de Trier, desde donde el día 22 de enero de 1941, junto con otros 775 republicanos españoles es trasladado al campo de concentración de Mauthausen. Llegan el día 25. Lalo a partir de ese momento y hasta su liberación es el número de matrícula 4205. De los 775 españoles que llegan en ese convoy, mueren 544 en los diferentes años de internamiento. De los valencianos que iban en ese tren mueren 36 y sobreviven 15.

El hecho de que en su equipaje lleve unos pequeños cuadros que había pintado en el Stalag hace que se fijen en él los oficiales de la SS destinados a revisar y a su vez requisar todos los equipajes de los prisioneros. Esos cuadros le van a salvar la vida, pues, desde un primer momento y debido a la escasez de artistas que llegan al campo, los oficiales de las SS se aprovecharán de cómo ellos entienden el arte. Lo utilizarán para que dirija la pintura de sus casas, de la sala de oficiales y las diferentes pinturas artísticas y caricaturas que le encarguen.

Lalo nunca trabajará en la cantera ni en ningún trabajo que lleve a los prisioneros a la muerte por agotamiento. Es destinado a la Baubaro, que era la oficina donde estaban los arquitectos y los delineantes del campo y donde se planificaban y se hacían todos los planos para la construcción del campo de Mauthausen y sus campos anexos. Además, también se planificaban y se hacían los planos de las carreteras y caminos forestales, que se necesitaban para un mejor funcionamiento y explotación del complejo.

La dirección de la oficina dependía de la SS, pero todos los que trabajaban en ella eran prisioneros, bajo el mando de un kapo de nacionalidad alemana. Lalo comparte la oficina con presos checos, polacos y otros cuatro españoles.

«Enchufado» en el Block nº 2

Todos los proeminentes (enchufados) del campo central de Mauthausen están destinados en el Block nº 2. Allí, entre otros, coincide con otros prisioneros españoles: Casimiro Climent, con el fotógrafo Paco Boix, con el ordenanza Mariano Constante, con el dibujante Manuel Alonso, recientemente fallecido, y se hará muy amigo de Juan De Diego. Esta última amistad será clave para la supervivencia de Lalo.

En el Block nº 2 las condiciones de vida eran mejores que en cualquier otro bloque de prisioneros del campo. Baste citar que cada uno tenía su cama individualmente, con sábanas que se cambiaban una vez por semana, pero el hambre era igual para todos los prisioneros. Estar en el Block nº 2 no significaba tener más comida, aunque lógicamente el desgaste en el trabajo no era el mismo, trabajar de artista-pintor no era lo mismo que estar trabajando en la cantera, construyendo carreteras o construyendo el campo.

Aún así, la comida era tan mala que pudo sobrevivir porque a su amigo Juan de Diego, que trabajaba en la oficina de administración del campo ocupando el cargo de tercer secretario, debido a su mal estado de salud, tuvo la suerte de que Bachmayer, el oficial SS jefe de esa oficina, se preocupó por él. Bachmayer ordenó que durante casi un año, De Diego comiera el mismo rancho que los oficiales de la SS.

La mitad de esa comida De Diego la compartió con Lalo. Así, durante un año por la mañana tomaban café con azúcar, con rebanadas de pan con miel y compota. Al mediodía sopa de cualquier clase de verduras, carne, patatas, rebanadas de pan y pudin, mientras que por la noche tocaba sopa, butifarra, queso, rebanadas de pan y café con azúcar. El pescado no lo probaron y el alcohol tampoco, aunque los SS el alcohol sí lo tenían en el rancho después de las comidas. Las raciones eran abundantes y este hecho hizo que los dos recobraran la fuerza necesaria para seguir viviendo. Cuando les quitaron el rancho pasaron a comer la porquería de todos los días.

En el Baubaro Lalo coincide con el dibujante Manuel Alonso, que con cartulinas pasadas con cera y con un poco de lana hacia lámparas. Posteriormente Lalo las pintaba e iban a parar a las oficinas y las casas de los SS. Alonso y Lalo se inventaban cualquier trabajo de adorno que fuera del agrado de los SS, por el miedo que si no tenían trabajo los sacaran de la oficina y los destinaran a tareas más pesadas.

El momento de más dificultad que pasó Lalo junto con los otros prisioneros de la oficina fue a raíz de una fuga protagonizada por cuatro alemanes, que al ser apresados les encontraron un plano de carreteras que había dibujado Manuel Alonso. El propio comandante del campo Ziereis se presentó en el Baubaro, junto con un grupo de oficiales de las SS, gritando y amenazando con el mapa en la mano. Alonso dio un paso al frente indicando que el mapa lo había pintado él, ante la sorpresa de todos el asesino Ziereis se le quedó mirando, se dio media vuelta y se fue. Dos de los oficiales que acompañaban a Ziereis se quedaron en la oficina y la registraron haciendo desaparecer todo lo que los prisioneros tenían escondido en ella, principalmente, comida, ropa y calzados.

Los comunistas españoles fueron los mejor organizados en la barbarie de Mauthausen, aunque su organización solo abarca al campo central. Teniendo en cuenta lo que significa organizarse dentro de un campo nazi y las pocas cosas que se pueden hacer, cuando al campo le faltaban pocos meses para que fuera liberado por las tropas americanas, los comunistas españoles crearon lo que denominaron AMI (Aparato Militar Internacional), y lo presentaron al Comité Internacional del Campo. El AMI estaba dirigido por Miguel Malle y el segundo jefe era Lalo, tenían como misión dentro de sus posibilidades el dirigir a los prisioneros que debían de enfrentarse a los SS si llegaba el momento en que estos trataban de asesinar a todos los prisioneros, ya que la guerra según la información que llegaba al campo estaba perdida para los alemanes. En los primeros meses de 1945 el AMI se recompuso y Lalo siguió formando parte de la dirección.

Lalo salió del campo en la primera expedición que la Cruz Roja pudo sacar a prisioneros de Mauthausen, en los camiones figuraban la mayor parte de mujeres y unos 70 hombres, entre lo que había dos republicanos españoles: Lalo y Ester Borras. Esto sucedió el 22 de abril de 1945. Faltaban menos de 15 días para que el campo fuese liberado por las tropas americanas del general Patton.

Enlace con Patton

Según De Diego y Constante en una de las pocas cosas que coincidieron, Lalo salió del campo para tratar de hablar con las fuerzas aliadas que estaban llegando a Mauthausen, para indicarles la situación en el campo, si hablo o no con ellas De Diego que era amigo personal de Lalo, no me lo dijo.

Lalo volverá a Mauthausen y seguirá formando parte del Comité Internacional del Campo hasta la liberación del mismo el 5 de mayo de 1945. Al abandonar el campo es hospitalizado por un largo tiempo en París, cuando está totalmente restablecido decide quedarse a vivir allí y alquila un piso en el barrio latino. En París se reencuentra con una joven francesa que conoció en València cuando estudiaba. Tras casarse, deciden irse a vivir a Issy les Molineaux, una población muy cercana a París.

Hasta su muerte la actividad artística de Lalo fue muy intensa y mantuvo una gran relación con los artistas españoles que vivían en París. Pablo Picasso fue quien más le ayudo cuando abandonó Mauthausen. Tuvieron una gran amistad ya que a su profunda admiración artística les unían sus ideas políticas ya que ambos militaban en el Partido Comunista.

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