La Conselleria de Sanidad ha empezado a concretar el dinero que espera recuperar de las empresas privadas que están gestionando ahora mismo cinco de los 24 departamentos de salud bajo el denominado modelo Alzira y que podría llegar a los 300 millones de euros, según las estimaciones lanzadas por la consellera Carmen Montón. La administración paga una cantidad estimada a las empresas (Ribera Salud, DKV y Sanitas) a principios de año que se calcula teniendo en cuenta el número de pacientes que hay en cada área de salud y el dinero medio que la conselleria tiene previsto gastarse por habitante aunque, al cierre de cada ejercicio, esta cifra ha de revisarse con el cruce de facturas por ambas partes por diversos conceptos.
La administración ha estimado que, tras liquidar los ejercicios de 2013, 2014 y 2015, la firma que gestiona el departamento de la Ribera -la UTE Ribera Salud II- debería «devolver» a las arcas públicas cerca de 102 millones de euros. La cifra, según ha podido saber este diario, se ha notificado ya a la empresa y se estaría ahora a la espera de su validación. El saldo a favor de la conselleria supone recuperar cerca de un 19 % del dinero total abonado a la firma de Alberto de Rosa en estos tres años y que, de forma global, asciende a más de 525 millones de euros en concepto de atención sanitaria a los cerca de 250.000 pacientes del área de la Ribera.
En el baile de cifras anual tiene mucho que ver, por ejemplo, el cómputo de pacientes de otras áreas o autonomías que se atienden en Alzira frente a las personas del área privatizada que reciben atención en cualquier otro hospital valenciano. Por esta cuestión solo, la conselleria espera recuperar una media anual de 8,7 millones de euros, unos 26 de los 102 millones totales.
Aún así, el concepto que más peso ha tenido a favor de las cuentas públicas es el dinero que Sanidad reclama por los salarios del personal público que trabaja en el área, cerca de 200 personas. La conselleria es la que paga estos sueldos, por lo que era un dinero que se «restaba» al cómputo global y no se abonaba a la empresa. Sin embargo, desde 2012, el anterior gobierno del PP acordó computarlo en el pago a la empresa para descontarlo después en las liquidaciones. La devolución supone la mitad de los 102 millones.
Las liquidaciones están pero, otra cosa, es que queden aceptadas y se ingresen, más teniendo en cuenta el momento de máxima tensión entre la Conselleria de Sanidad y Ribera Salud a cuenta de la finalización del contrato en Alzira y de la reversión a la gestión pública del departamento el 1 de abril.
¿Nueva batalla judicial?
Sanidad ha esperado a realizar estas liquidaciones teniendo en cuenta el reciente informe sobre las concesiones emitido por la Intervención de la Generalitat Valenciana. En él, se aseguraba que la forma de hacer estos cálculos de ajuste anual hasta 2012 en Alzira era correcto por lo que se podía aplicar en los siguientes ejercicios y que las comisiones mixta -junto con la empresa- habían excedido competencias al tomar decisiones sobre cómo calcular las liquidaciones. La empresa que dirige Alberto de Rosa parece que va a plantar batalla a esta forma de hacer las liquidaciones, sobre todo después de que el TSJ haya tumbado las liquidaciones calculadas por Sanidad para el departamento de Manises (180 millones por los años de 2009 a 2013) en una reciente sentencia.
La sala ha aceptado parcialmente los planteamientos de la concesionaria lo que deja en el aire la cifra global de 300 millones a recuperar que adelantó Montón y da argumentos al resto de concesiones para pelear judicialmente por sus propias liquidaciones. Cabe recordar que en el área de la Ribera -por la cercanía de la reversión- es donde más ha adelantado Sanidad en el cierre de liquidaciones aunque, según concretaron ayer, se sigue «avanzando» también en el resto. Montón encontró, a su llegada a Sanidad, que solo estaban cerradas las liquidaciones de la Ribera hasta 2008 y Torrevieja hasta 2012 mientras que nada se había hecho en Manises, Dénia y Elx.
