Si alguna vez el Gobierno de Mariano Rajoy abrió la puerta a una quita de la deuda que acumulan comunidades infrafinanciadas como la Comunitat Valenciana, ayer la cerró de golpe. El portazo, ejecutado por el propio ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, durante una reunión en Génova con dirigentes territoriales del PP, puso ayer en pie de guerra al Palau de la Generalitat, que advierte de que este cambio de postura será un punto de inflexión en sus relaciones con el Gobierno.

Fue el propio Montoro quien en la reunión del partido se encargó de tranquilizar a algunos barones contrarios a una quita, como es el caso del presidente gallego Alberto Nuñez Feijóo. Posteriormente, el PP, a través de su coordinador general, Fernando Martínez Maillo, no dejó duda alguna de lo acordado en esta cita a la que también asistió la presidenta regional del PP, Isabel Bonig: «No habrá quita, las deudas han de pagarse», indicó Maillo en rueda de prensa. El dirigente popular sostuvo que esta cuestión ligada al debate sobre el nuevo modelo de financiación había generado consenso y que todo el partido «está de acuerdo».

Fuentes próximas a Bonig matizaron que la presidenta popular respalda que este asunto no condicione las negociaciones sobre el nuevo modelo de financiación ya que su posición es que lo importante es cambiar el sistema y después «ya se verá» como puede afrontarse el problema del endeudamiento.

Hace tan sólo dos semanas, Montoro se mostró abierto a abordar una reestructuración de la deuda en algunas comunidades: «Tenemos que ver qué hacemos respecto a la deuda de las comunidades autónomas y, en especial, la que tienen contraída con el Estado. Tenemos que ver qué parte de esa deuda se corresponde con insuficiencias del sistema de financiación actual», resaltó en una comparencia en el Congreso de los Diputados.

El presidente Ximo Puig se mostró esperanzado entonces ante las palabras de Montoro ya que el Consell defiende que, además de acabar con la infrafinaciación, es urgente aliviar a las arcas autonómicas del lastre de la deuda: más de 44.000 millones de euros. Los expertos de las Corts consideran que al menos 25.000 millones es una deuda ilegítima, es decir, es consecuencia de un reparto injusto de los recursos.

Anoche, Puig se declaraba indignado. Ponía el énfasis en que el PP haya decidido unilateralmente dar un portazo a cualquier quita en una reunión de partido, «sin contar con las autonomías ni con el resto de formaciones». Lo calificó de «deslealtad absoluta».

Puig lamentó que la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, y otros representantes territoriales hayan «bajado los brazos» ante las posiciones de Núñez Feijóo, que son las que resultan victoriosas y que pueden abrir una guerra entre autonomías. «Están jugando con fuego», alertó el jefe del Consell sobre el riesgo de división territorial por la financiación.

Puig insistió en que la Generalitat no pretende la condonación de sus más de 44.000 millones de deuda, sino «una compensación» por las cantidades que otras comunidades han recibido como parte del sistema de financiación y la C. Valenciana, no. «Lo que han hecho mal los gobernantes del PP nos lo comeremos. Lo estructural, no. No vamos a pagar», sentenció.

División entre los expertos

Este asunto fue también abordado en el informe elaborado por los expertos de las comunidades autónomas en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). El documento ya supuso un jarro de agua fría para las aspiraciones del Consell ya que la mayoría se expresó en contra de la quita. Argumentaban que la amortización íntegra de su capital y el pago de los intereses son compromisos que deben cumplirse sin excepción porque una quita generaría «incentivos perversos» de cara el futuro e injusto para quienes han cumplido los compromisos de estabilidad.

El especialista propuesto por el Consell, Francisco Pérez, abogó, sin embargo, por una reducción de la deuda para hacer frente al problema de insolvencia y permitir la vuelta a los mercados financieros. Pérez calcula que la Comunitat Valenciana necesitaría reducir 21.58 7 millones para recuperar la solvencia.