Alicante como sede del primer centro español de investigación sobre envejecimiento. Esta es la propuesta lanzada ayer por la investigadora María Blasco en el contexto de la jornada «Reto al futuro», organizada por Garrigues en el Auditorio de la Diputación y a la que asistieron cerca de 1.200 personas. Un guante que fue recogido por buena parte de los expertos en ciencia, derecho y economía que participaron en este encuentro, primeros espadas en cada una de sus disciplinas. También por la Generalitat, ya que el presidente Ximo Puig ha ofrecido las instalaciones de Ciudad de la Luz para albergar este centro de investigación para cuyo funcionamiento se emplearía capital privado.

A diferencia de otros países como Inglaterra o Alemania, explicó Blasco, España no cuenta con ningún centro de estas características. «En nuestro país se hace muy buena investigación en envejecimiento biológico, lo que unido a otras disciplinas hace que sea una oportunidad y en concreto Alicante es un sitio ideal para facilitar la innovación».

En esta misma línea, Nuria Oliver, directora de investigación en Ciencias de Datos en Vodafone, cree que en la provincia «hay mucho talento», aunque insiste en la necesidad de que el estudio del envejecimiento se aborde desde un punto de vista multidisciplinar, «lo que le daría relevancia internacional». Una idea en la que coincidió con Francisco Iborra, director del departamento de Biología Molecular y Celular del Centro Nacional de Biotecnología, para quien problemas complejos como el del envejecimiento «requieren de la interacción de una masa de científicos».

Por otro lado, contar con un centro de estas características en la provincia ayudaría a conseguir el cambio de modelo económico. Así lo cree la investigadora del Instituto de Neurociencias de Alicante, Ángela Nieto, para quien Alicante es el entorno perfecto para un proyecto de estas características. «Es el sitio donde mejor se puede vivir y entender el proceso del envejecimiento». Siguiendo con las repercusiones que a nivel económico puede tener esta iniciativa, Andrés Pedreño, catedrático de economía aplicada y experto en economía digital, cree que Alicante necesita un cambio de modelo y señala que un centro de estas características puede revitalizar tres grandes sectores como son el turismo, la salud y la vivienda.

En la jornada de ayer ocho ponentes abordaron el gran reto que supone el envejecimiento desde el prisma de diferentes disciplinas. En el terreno científico, los logros que se han producido en los últimos años son abrumadores. Según detalló el investigador Juan Carlos Izpisúa hoy en día ya existen las herramientas para modificar el genoma en un feto y librarle, por ejemplo del síndrome de Down. Se ha logrado en ratones «pero tenemos la esperanza de llevarlo a humanos, algo que tan sólo hace unos meses no podíamos soñar». También se han llevado a cabo experimentos con ratones para curar enfermedades graves que aparecen tras el nacimiento. «Estamos en un momento revolucionario de la historia de la biomedicina porque podemos modificar nuestro genoma y epigenoma de forma que cambiemos nuestro devenir vital».

Aunque el investigador Amalio Telenti coincidió en señalar que hoy en día en el laboratorio ya es posible doblar la vida en ciertas especies, invitó a reflexionar sobre las consecuencias que esto supondría, tanto a nivel poblacional como de salud. «Hay que mejorar sin perder calidad de vida. El desastre sería vivir 10 años más llenos de enfermedades».

En este terreno María Blasco habló de las investigaciones que desarrolla su equipo sobre los telómeros y cómo su alargamiento por medio de un tratamiento con telomerasa ha logrado retrasar el envejecimiento y la aparición de enfermedades como la diabetes o el cáncer. En Alicante, el equipo de Ángela Nieto en el Instituto de Neurociencias lleva años investigando cómo la reactivación de genes embrionarios, que en etapa adulta deberían permanecer dormidos, está detrás de enfermedades como el cáncer y la fibrosis. Este hallazgo, señaló Nieto, puede ser vital para entender los mecanismos por los que se desarrolla la metástasis, «responsable del 90% de las muertes por cáncer».

Por su parte, Francisco Iborra dedicó su exposición a explicar cómo la mitocondria es uno de los factores que contribuyen al envejecimiento y cómo en países como EE UU ya se están desarrollando prometedoras investigaciones.

Si la ciencia está avanzando a pasos de gigante para revertir los efectos del envejecimiento, no menos veloz está siendo el mundo de la tecnología para facilitar la vida de los mayores y disminuir el impacto de las enfermedades crónicas. Nuria Oliver puso como ejemplo la tecnología «warable», dispositivos que nos informan de nuestro ritmo cardiaco, pulsaciones etcétera. También dispositivos médicos, como lentillas para medir la tensión ocular o exoesqueletos que ayudan a las personas con movilidad reducida. Robots sociales, coches sin conductor o la realidad virtual son avances que pueden cambiar la vida de las personas mayores.

Pero, ¿qué impacto va a tener el envejecimiento desde el punto de vista económico? Para Andrés Pedreño se abre todo un abanico de posibilidades que deben ser vistas como una oportunidad «si se enlaza el envejecimiento con la revolución digital». En este terreno, el catedrático de economía aplicada cree que estamos ante una excelente ocasión para posicionarnos internacionalmente en medicina, turismo y construcción. Pedreño aboga también por cambiar el concepto de trabajo, «ya que la mayoría de los empleos van a desaparecer».

Fernando Vives, abogado y presidente ejecutivo de Garrigues, fue el encargado de cerrar las ponencias, introduciendo los conceptos de «derecho de cuarta generación y derecho reflexivo» para abordar los desafíos del envejecimiento, tales como los cuidados paliativos, el testamento vital o el derecho sucesorio.