El jefe del Servicio de Cirugía Cardiaca del Hospital General de València, el doctor Juan Martínez León, ha sido nombrado nuevo miembro del Consejo Asesor del Ministerio de Sanidad, uno de los principales órganos consultivos en el ámbito de la sanidad.

Así lo publicaba el Boletín Oficial del Estado ayer miércoles 14 de febrero, en el que se dio a conocer la composición que tendrá a partir de ahora el Consejo Asesor de Sanidad, que es el órgano consultivo y de asistencia a la persona titular del ministerio sobre los aspectos científicos, éticos, profesionales y sociales que puedan tener incidencia en la formulación de la política sanitaria y de cuantas cuestiones se relacionen con la misma.

El consejo está presidido por el director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares, Valentín Fuster, y, además de los tres principales cargos, el equipo de asesores elegidos se compone de 42 vocales, de los cuales 12 ya formaban parte del consejo con anterioridad.

Respecto a las 18 incorporaciones, se encuentran la exministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, el expresidente de la Organización Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz, y el único valenciano que se ha unido a este consejo ha sido Juan Martínez León, "facultativo destacado por su trayectoria en el ámbito asistencial, docente e investigador, y por encarnar los valores humanitarios de la medicina", según han destacado fuentes del Hospital General de València.

¿Para qué sirve el consejo asesor?

Entre las tareas de este consejo asesor, está el marcar las prioridades para establecer nuevas estrategias de cáncer y de corazón desde la prevención y la promoción de hábitos saludables además de estudiar las utilidades del "Big Data" para agilizar el diagnóstico precoz y mejorar las decisiones en el tratamiento.

Otras de las tareas a realizar dentro del consejo, será buscar cómo debe adaptarse la cartera de servicios de la sanidad pública a la medicina personalizada; estudiar los nuevos roles de los profesionales sanitarios para que estos no solo curen sino que también "escuchen", muy en la línea de la humanización de la sanidad y establecer cómo debe adaptarse la sanidad pública a retos demográficos como el envejecimiento de la población.