Siete empresas de la quincena de mercantiles que participaron en el diseño y construcción del circuito de Fórmula 1 en València están implicadas en cuatro casos de corrupción, tres de ellos «made in» Valencia. Distintas causas pero mismos protagonistas que se repiten sumario tras sumario.
La planificación y ejecución del trazado para que los bólidos rugieran por las calles de los Poblats Marítims entre 2008 y 2012 está siendo investigada, bajo secreto del sumario, por el Juzgado de Instrucción 17 de València y la Fiscalía Anticorrupción desde hace un año.
Una causa que ha salpicado al expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, al exconseller de Infraestructuras Mario Flores y su número dos en la conselleria y exsecretario autonómico, Victoriano Sánchez-Barcáiztegui, junto a otros empleados de las empresas implicadas en el diseño y construcción del circuito de Fórmula 1, cuya identidad no ha trascendido.
Aunque un simple análisis de la relación de empresas adjudicatarias de las obras del circuito (planificado, diseñado y construido en el tiempo récord de un año y nueve meses) permite detectar que al menos siete de ellas han acabado investigadas en macrocausas de corrupción como la trama Gürtel o el Caso Taula, que presuntamente amamantaban de dinero ilegal al Partido Popular durante las campañas electorales, supuestamente a cambio de adjudicaciones.
Aunque también hay empresas investigadas en el Caso Arístegui y Gómez de la Serna, como Elecnor, por pago de comisiones a cambio de obras en Argelia o en las supuestas irregularidades en el Puerto de València durante la etapa de Rafael Aznar.
El recinto portuario gastó más de 13 millones de euros en el traslado del puente blanco levadizo que acabó siendo giratorio (diseñado por el ingeniero Julio Martínez Calzón) cuyos contínuos traslados y cambios acabaron costando a las arcas públicas 33 millones de euros.
Entre las empresa implicadas en la trama Gürtel, que acaben de reconocer la financiación ilegal del PP en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional, y que participaron en la adecuación del circuito urbano se encuentra Hormigones Martínez y Becsa.
Dragados también fue nombrada por el líder de la trama, Francisco Correa, durante el juicio de la «primera época» de la Gürtel en Madrid, que acaba de quedar visto para sentencia, aunque no se llegó a implicar en esta causa a los responsables de esta última empresa.
Otras tres supuestas financiadoras del PP de Rita Barberá y de Alfonso Rus, investigadas en distintas piezas del Caso Taula e Imelsa, también hicieron negocio con la Fórmula 1: se trata de las empresas Pavasal, Construcciones Luján y Cyes, ésta última es la investigada también por las irregularidades en el Puerto de València.
