El Ayuntamiento de València no permitió la exposición que se iba a inaugurar ayer en la Junta Municipal de Ciutat Vella. La muestra estaba cargada de polémica porque el protagonista era Carlos Recio, exfuncionario de la Diputación de València, despedido de cargo y sueldo tras ser acusado de no ir a trabajar entre 2006 y 2016, una década donde sí que percibió la remuneración económica.

La sala de exposiciones de la Junta Municipal de Ciutat Vella depende de la Concejalía de Participación Ciudadana de València, dirigida por Valencia en Comú con Neus Fábregas al frente, declaró que el ayuntamiento no permitirá que Recio «utilice los espacios públicos de la ciudadanía para su beneficio personal», en lo que calificó como una muestra «para lavar su imagen».

Fábregas insistió en que no se puede autorizar a «una persona que está en fase de instrucción por absentismo laboral», en referencia al juicio que previsiblemente se celebrará en junio para determinar si Recio desatendió sus responsabilidades laborales durante una década.

Identificación falsa

Además, en el documento entregado para solicitar la utilización de las Salas de Exposiciones de las Juntas Municipales, Recio utilizó un pseudónimo porque según reconoció ayer, «con mi nombre nunca me habrían dejado».

Esto supone para Fábregas un indicio de posible fraude, protegido además bajo una agrupación artística que utilizó como «asociación pantalla» para no revelar su identidad.

Para la concejala, Recio «vulnera los derechos fundamentales de participación y manipula a la ciudadanía y a los organismos del ayuntamiento, pero las malas prácticas se han terminado».

En el seno del Ayuntamiento de València no ocultaron el malestar al afirmar que tras una década «parasitando a la Administración, no va a seguir aprovechándose de ella» porque consideran que se les ha intentado engañar «para lavar su imagen», afirmaron.