El Instituto de Investigación Sanitaria La Fe impulsa el análisis clínico en humanos que sufren la enfermedad de Huntington de la metformina, un fármaco que se dispensa hace décadas a enfermos de diabetes, ante la evidencia científica de que su uso mejora las funciones cognitivas de los afectados por esta enfermedad rara, popularmente conocida como el baile de San Vito.

La metformina se usa desde hace tiempo de forma regular para frenar el exceso de glucosa en la sangre de los diabéticos, pero un equipo del Grupo de Biomedicina Molecular, Celular y Genómica del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe en el que participa Rafael Vázquez Manrique ha establecido que su administración mejora de forma significativa los resultados de los pacientes sometidos a pruebas cognitivas.

El estudio previo se publicó en la revista especializada Plos One y está elaborado a partir de los datos compartidos por 32 países de todo el mundo, donde se registran los resultados de los tratamientos de pacientes del mal de Huntington para que sean accesibles a toda la comunidad científica que intenta paliar los efectos de la enfermedad.

El valenciano Vázquez Manrique es una autoridad en la investigación del mal de Huntington con gusanos nematodos «Caenorhabditis Elegans», un organismo microscópico que apenas tiene un milímetro de largo cuando es adulto, pero representa una herramienta genética muy potente puesto que comparte casi la mitad de los genes con los humanos.

La enfermedad de Huntington es hereditaria y la provoca un solo gen, el que impulsa la producción de la proteína denominada huntingtina. La enfermedad se produce cuando la producción de la proteína en cuestión resulta desordenada.

El exceso de huntingtina, su toxicidad, se acumula en la zona estriada del cerebro y es la causa de la enfermedad, que se manifiesta en la incapacidad para controlar el movimiento, el baile de San Vito popular que los técnicos denominan corea. Pero tiene otros efectos cognitivos e incluso psiquiátricos, como la depresión o una agresividad extrema, según explica Ana Pilar Gómez Escribano, investigadora predoctoral del departamento que dirige Vázquez Manrique.

La investigación con gusanos tiene muchas ventajas. Nadie se preocupa por el posible sufrimiento de animales que son prácticamente invisibles en condiciones normales, cosa que no sucede, por ejemplo, con los ratones, cuya manipulación científica sí exige controles para evitar el maltrato.

Espátula de platino

Gómez Escribano calienta con el mechero un espátula de platino, la deja caer sobre una placa y traslada un gusano, o dos o tres a otra placa vecina tintada con bacterias de e-colli, que constituyen el alimento esencial de los C Elegans. Una inyección en las gónadas hace que bajo determinada iluminación, ciertos individuos generen fosforescencias en sus cuerpos, de modo que se pueden analizar la evolución de la enfermedad o la respuesta a determinados fármacos.

Los trabajos con gusanos son los que avalan en el momento presente la oportunidad de extender el análisis clínico en torno a la eficacia de la metformina en humanos.

El análisis persigue identificar los efectos de la metformina sobre pacientes que padecen exclusivamente el mal de Hutington, sin diabetes.

Otra ventaja es que la metformina es un fármaco antiguo, testado de sobra, que no necesita permisos de ninguna índole para ser utilizado, puesto que tiene años de antigüedad.