«Desleal», «incumplidor» e «incompetente». Es lo que piensa el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, que es su homólogo en el Gobierno central, el popular Mariano Rajoy, por no haber aprobado el nuevo modelo de financiación autonómica, que prometió que estaría en 2017, y por lanzar propuestas sin mucha concreción, como la que planteó el sábado en Zaragoza, de un futuro sistema que tendrá muy en cuenta la despoblación y la dispersión (una postura que defiende el frente norte de Galicia, Asturias, Castilla y León y Aragón), lo que va en contra de los intereses valencianos.

La Generalitat exige un modelo que preserve la suficiencia financiera para poder asumir el gasto en sanidad, educación y servicios sociales en igualdad de condiciones en toda España.

«Rajoy está siendo desleal y generando más problemas de discriminación a los valencianos, por lo que no nos vamos a quedar callados ante tanta incompetencia», advirtió ayer Puig tras acudir al congreso comarcal de la Marina Baixa, donde no quiso dejar pasar la oportunidad de replicar al presidente del Gobierno, del que lamentó que haya vuelto a «perder una buena oportunidad para plantear cuál es su solución al modelo autonómico tras un año de retraso después de su promesa de que en 2018 ya habría un nuevo modelo».

Para el jefe socialista del Consell, Rajoy «ha incumplido su palabra y está ahora intentando confrontar a las autonomías con el único objetivo de incumplir con su papel institucional».

Tanto Puig como el conseller de Hacienda, Vicent Soler, han emplazado al ministro Cristóbal Montoro a que presente ya el modelo sin más demoras porque la crisis catalana ya no es excusa. Además exigen una quita de la deuda valenciana por los años en que ha estado infrafinanciada.

«Que nadie se engañe porque la reforma de la financiación autonómica no es ni mucho menos un enfrentamiento entre las comunidades como pretende hacer ver Rajoy, es una reivindicación al Estado de las comundiades infrafinanciadas como la valenciana que queremos ser exactamente iguales que el resto españoles y no podemos admitir más discriminaciones como hasta ahora», apuntó el lider de los socialistas valencianos.

Puig recalcó a modo de plante: «No vamos a tolerar los intentos de Rajoy de situar el debate de la reforma del modelo como un debate entre partidos o un debate ente políticos». El presidente del Gobierno insistió en Zaragoza en que un cambio del modelo sin el consenso del PSOE es imposible.

La realidad actual es que, de momento, se ha formado un frente de comunidades del norte con más problemas de despoblación -donde hay gobiernos del PP y del PSOE-, que defiende mantener el status quo y rechaza las quitas de deuda.

Para Puig, que definió al PSPV como no nacionalista sino el «partido del pueblo valenciano», «estamos en contra de los proyectos soberanistas, pero también en contra de los que quieren recentralizar este país y hacer un país que no existe más allá de la M-40».

Desde el Partido Popular, el coordinador de Economía en las Corts, Rubén Ibáñez, invitó a Puig a «buscar consensos en lugar de enfrentamientos», porque «Puig no quiere un nuevo modelo de financiación, solo quiere enfrentar territorios y atacar al PP».