La consellera de Justicia, Gabriela Bravo, aseguró ayer que su departamento está estudiando la posibilidad de implantar un nuevo sistema para controlar, además de la entrada y las salidas, las ausencias de los funcionarios durante la jornada laboral tanto en la Ciudad de la Justicia de València como en el resto de partidos judiciales.

En concreto, Bravo explicó que pretende extender a la Ciudad de la Justicia el sistema de control instalado en la Ciudad Administrativa 9 d'Octubre que, no obstante, tal como contó Levante-EMV, funciona a medio gas.

En el complejo administrativo, donde trabajan más de 2.400 trabajadores y trabajadoras, el acceso a los edificios es a través de un sistema de tornos. Una vez dentro, la persona ficha encendiendo su ordenador y entrando con su usuario en la aplicación cronos.

Al pasar por los tornos, quedan registradas las entradas y salidas, pero sólo a afectos de seguridad. Bravo indicó que se ha reunido con la empresa que instaló el programa que registra los datos de acceso para poder usarlos a efectos de control.

En ese caso, trasladaría el sistema a la Ciudad de la Justicia. En este edificio, se usa la huella dactilar para fichar, pero no hay modo de controlar que, como hace años denunció este diario, la persona fiche y salga de forma inmediata.

Bravo ha tenido que responder sobre los casos de absentismo a raíz de una pregunta formulada por el diputado de CS Emigdio Tormo, quien ha reconocido que Bravo ha heredado defectos de construcción y sistemas que no funcionan, pero le ha exigido que no se lave las manos y actúe.

Bravo ha defendido que los 1.400 funcionarios que trabajan en la Ciudad de la Justicia están controlados si bien ha admitido que «puede que existan supuestos aislados de absentismo». «Nos preocupa porque por muy escasos que sean los supuestos, perjudican al resto de la administración y actuaremos de oficio».