Si los juzgados no lo impiden y, por ahora, todas las medidas cautelares solicitadas lo han desestimado, en justo un mes el hospital de Alzira y todo el departamento de salud volverá a ser de gestión pública.

El contrato de 15 años para que la UTE Ribera Salud II se hiciera cargo del área de salud y de sus 250.000 vecinos expira el próximo 31 de marzo y la Conselleria de Sanidad recuperará para la gestión pública el hospital,y los 48 centros de salud en manos privadas.

La privatización de la gestión fue un hito en su día y también va a ser pionero hacer el camino de vuelta. Sanidad lleva año y medio trabajando en la reversión pero, la complejidad innata al proceso es algo que preocupa, sobre todo si tiene consecuencias directas para los usuarios.

El consejero delegado de Ribera Salud, Alberto de Rosa, es de los que piensan que los pacientes de la Ribera «lo van a notar», ya no solo porque el hospital «está concebido incluso arquitectónicamente para la gestión privada» sino porque el proceso de reversión capitaneado por la conselleria está teniendo fallas.

«Yo estoy preocupado por la reversión», reconoció ayer en los estudios de radio de la 97.7 en la entrevista que concedió a Gustavo Clemente, responsable de Informativos de Levante TV y de 97.7 Radio Levante, e incluso dio un paso más al asegurar que había cosas que se estaban haciendo «desde la improvisación».

«Hay falta de planificación y cosas que se han olvidado», aseguró De Rosa que desveló que estas cuestiones se habían puesto por escrito en un informe remitido a la administración y que el responsable de Ribera Salud puso como ejemplo de la «lealtad» con la que, defienden, están trabajando en el proceso de reversión pese a que la comunicación directa con la consellera Carmen Montón sea nula «desde agosto de2016».

«Estamos actuando con absoluta lealtad con la administración tanto que incluso les hemos estado comunicando las cosas que creemos que se están haciendo de manera improvisada. Les he dado un informe de casi 50 páginas en el que se dice que hay que hacer esto y esto... (...) con la salud no se juega, es arriesgado no tener en cuenta todas las cosas. Por eso hemos querido ponerlo por escrito», aseguró.

El responsable de Ribera Salud -que mantendrá las concesiones de Dénia, Elx-Crevillent y Torrevieja- ofreció su «máxima colaboración» a la conselleria aunque volvió a incidir en que la decisión del Consell es «ideológica» ya que «todos los datos avalan» el modelo y también con datos de gestión objetivos «no tendría que ser así».

Resoluciones judiciales

Sobre la posibilidad de ganar en los juzgados lo que Sanidad les está negando, De Rosa recordó que los posicionamientos han sido, hasta ahora, sobre la petición de medidas cautelares de paralización pero nadie ha entrado todavía «en el fondo, a lo mejor hay una sentencia en el fondo.

Somos respetuosos con la Justicia salgan bien o no las cosas», avanzó. En lo que sí se les ha dado la razón es en la forma de trabajar de la plataforma de contratación de endoprótesis B2B. Sobre esta resolución judicial, De Rosa dijo que habían estado «tranquilos en todo momento. Incómodos porque es un ataque a la reputación de los profesionales y ha habido gente que lo ha pasado mal».

Sobre el impacto que tendrá en el grupo Ribera Salud la salida del hospital de Alzira, el consejero delegado reconoció que lo iban a «sentir» pero que eran una compañía «multinacional» que está creciendo «en muchas partes. Lo sentiremos porque no se hace casos a las indicaciones de la sindicatura que dice que este modelo ahorra un 25 %, las listas de espera son inferiores al sector tradicional o que se invierte el doble por ciudadano. Si los datos avalan el proyectos no sé por qué se antepone la ideología».

«Vamos a trabajar este mes con todas nuestras fuerzas y estaremos de acuerdo o no pero hay algo que nos tiene que unir a todos: la salud de los ciudadanos de la Ribera. Les costó mucho tener un hospital. Lo hicimos nosotros», concluyó.