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Entrevista

Julià Álvaro: "El Botànic es incapaz de soportar la presión de las grandes empresas"

«Mi destitución responde a la presión de poderes económicos y se ha preferido aparcar promesas electorales»

Julià Álvaro: "El Botànic es incapaz de soportar la presión de las grandes empresas"

P La vicepresidenta Oltra aseguró que su destitución se produjo por la necesidad de dar un nuevo impulso. ¿Lo comparte?

R La destitución responde a que los poderes económicos no han podido soportar políticas medioambientales comprometidas y el Consell del Botànic no puede soportar la presión de los grandes poderes económicos. Si de algo no se me puede acusar a mí es precisamente de falta de impulso.

P ¿Por qué nadie en Compromís ha salido en su defensa?

R Ha sido una decisión de gobierno y nadie quiso interferir ni ponerla en cuestión. A título personal sí he tenido muestras de apoyo.

P Tampoco nadie en els Verds, aunque sí en Equo, ha salido en su apoyo ¿Se lo esperaba?

R No me lo esperaba. Creo que ha sido un error de mi partido, que ha salido debilitado igual que se ha debilitado el discurso del ecologismo dentro de Compromís y en el Botànic. Yo ya no estuve de acuerdo con la gestión que desde el partido se hizo de anteriores destituciones. Debimos reivindicar nuestra posición como partido dentro del Botànic porque debilitar la presencia de miembros del partido debilitaba nuestras políticas. Y es lo que ha vuelto a pasar con mi destitución y lo que me llevó a dejar de ser el portavoz porque se ha renunciado a posiciones muy básicas de nuestra formación.

P ¿Le decepcionó su partido?

R Estoy en desacuerdo en como se ha hecho y en lo personal duele, pero no es tanto una decepción de tipo personal sino el error porque es inaceptable que miembros de un partido colaboren de espaldas a la dirección de ese partido en la destitución de su portavoz.

P ¿Actuaron de espaldas?

R Sí. Así lo reconocieron en la asamblea. Llevaba días planificándose mi relevo y la condición era que yo no lo supiera.

P ¿Está garantizado en Compromís el ecologismo como usted lo entiende?

R Creo que mi destitución deja claro que Compromís tiene un techo y que ese techo está por debajo de lo que se defiende en las campañas electorales. Por eso es importante reforzar el ecologismo para que nadie se sienta decepcionado y ponerlo a los niveles de lo que decimos en las campañas electorales. Y en eso yo estoy dispuesto a involucrarme para reforzar un proyecto potente de ecología política y a trabajar en la dirección contraria a facilitar que la derecha vuelva a gobernar.

P ¿Acabará usted en Podemos?

R Tengo claro que no militaré en Podemos en ningún caso. Pero Podemos ha visto que el Consell levantaba el pie del acelerador en las políticas medioambientales y en los compromisos que teníamos con la ciudadanía y ha ocupado ese espacio político.

P ¿Usted o su equipo redactaron enmiendas para Podemos a los presupuestos del Botànic? ¿Hubo falta de lealtad?

R No me consta eso en absoluto y no creo que Podemos necesite colaboración mía o de mi equipo para hacer sus propuestas. Con la gente de Podemos nos hemos entrevistado, el mismo Antonio Estañ ha venido a mi despacho y hemos tenido buena relación y ha habido proximidad, que es lo normal. Pero niego que haya habido falta de lealtad hacia el Consell.

P Se le atribuye no haber asumido en estos tres años que no era el conseller. ¿Es cierto?

R (ríe) La única frustración en mi vida es no haber sido Iríbar (exportero del Bilbao) que era mi ídolo de juventud. Para mí, haber llegado a ser secretario autonómico y la posibilidad que he tenido de hacer las políticas en las que creía saciaba todas mis aspiraciones. Cuando se planteó que tenía que ser una mujer (Elena Cebrián), el primero que defendió la necesidad de aceptarlo porque la política ya estaba definida fui yo.

P ¿Y por qué tantas diferencias con la consellera Cebrián?

R Ha habido diferencias políticas. Las ha habido en el sentido de que yo he visto que teníamos compromisos electorales, otros aprobados por las Corts Valencianes o de seminarios del Consell que o no se llevaban a la velocidad que yo creía que se podían hacer o que directamente se dejaban de lado.

P ¿Le falta valentía al Consell?

R Sí. Ante las presiones no ha sido capaz de resistir y ha puesto las cuestiones medioambientales como tema al que se podía renunciar antes que a otros, aunque yo creo que son fundamentales porque llegan a muchísima gente.

P En la última entrada en su blog habla de cobardía. ¿A quién se refiere? Ponga nombres.

R No entraré en cuestiones personales. Es general, de todos. Y pienso que se ha desaprovechado para cumplir promesas, porque gobierna quien gana las elecciones y no los poderes económicos, que están muy acostumbrados a mandar aunque no gobiernan.

P ¿Qué proyecto lamenta no haber podido poner en marcha?

R Pienso que en materia de residuos se podía haber avanzado más y en la recogida selectiva, con el proyecto de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR) que ahora ya estaría en marcha. También en la reversión de la privatización masiva del ciclo urbano del agua.

P ¿Por qué es polémico el SDDR?

R Porque responsabiliza a las embotelladoras en la devolución de los envases. El embotellador le pasa la responsabilidad al ciudadano. Cada día se gestionan de forma inadecuada cinco millones de envases en el País Valencià y debe volver a pagar el ciudadano por la recogida y el transporte. Y Ecoembes es la entidad sin afán de lucro que los productores crean para gestionar su responsabilidad. Al final es dinero que los embotelladores se ahorran porque lo paga el ciudadano. Cada día se pierden cinco millones de envases, una agresión ambiental evitable.

P ¿Se puso el freno de mano por temor a un coste electoral?

R Era una cuestión comprometida en el programa y en el seminario de Torrevieja. Decían que había que consensuarlo, pero la democracia no es consenso. Si todo tuviera que hacerse por consenso no se podría hacer nada. Si para la ley trans hay que consensuar con el arzobispado pues no habrá ley. De ningún tema hemos hecho tantas reuniones como del SDDR. Pero una cosa es hablar y otra frenar una cuestión que ya estaba comprometida. La ley podía haber estado aprobada a final de 2017 pero se ha ido demorando con más estudios y más reuniones.

P Se dice que usted tiene un perfil radical. Explíquele a un parado que es mejor que no se invierta en Puerto Mediterráneo...

R Yo cuando hablan de radical pienso que se refieren a otra persona. Soy bastante correcto, educado, dialogante y entiendo las posiciones de los otros. Pero nos presentamos a las elecciones con unas ideas y hay muchos intereses que modulan las decisiones. Pero no se puede retroceder. Y en Puerto Mediterráneo hay que ser muy sensible con personas que no tienen empleo. Pero hay que decir que para que alguien se emplee en una zapatería tendrá que cerrar otra que se dedica a lo mismo y que aquí ya han venido muchos a crear empleo y no lo han hecho. Yo lo que quiero señalar es que estos macrocentros comerciales no pueden ser nuestro modelo económico para el futuro.

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