Los trabajadores de la sanidad pública valenciana sufrieron casi una agresión (verbal o física) al día durante 2016 más de mil si se echa la vista atrás hasta 2013. Las cifras son las que recogen los informes oficiales pero se quedan «muy cortas» ante la realidad del día a día de los trabajadores sanitarios.

El sindicato de Enfermería Satse hizo una encuesta en 2005: ocho de cada diez enfermeros habían sufrido algún tipo de agresión. Teniendo en cuenta que hay más de 13.000 profesionales de la Enfermería en activo en la sanidad pública valenciana, los informes oficiales se quedan «muy cortos». «Habría que multiplicar por diez al menos esas cifras. Y eso queremos que se haga, que se registren los casos, porque lo que no se registra, no existe» y tampoco remueve conciencias ni promueve cambios legislativos, según aseguró ayer la secretaria general autonómica de Satse en la C. Valenciana, Mª Luz Gascó.

Sabiendo que los datos oficiales son solo la «punta del iceberg» de lo que ocurre a diario en la sanidad, el sindicato ha lanzado una campaña con imágenes y trípticos para sensibilizar a los ciudadanos sobre el respeto debido a los profesionales -están considerados como autoridad pública- como para concienciar a las instituciones implicadas para poner más medidas preventivas.

La campaña va también dirigida a los trabajadores, para fomentar que los datos recogidos en las encuestas internas y las cifras que recogen los informes oficiales empiecen, por fin, a cuadrar. «Hemos hecho inherente a la profesión que los usuarios de la sanidad tengan derecho a agredirnos y no debería ser así», asegura Gascó que recuerda que las agresiones, cuando se habla del colectivo de Enfermería son, mayoritariamente a mujeres por la idiosincrasia del colectivo: de los 13.000 empleados de Sanidad, 10.735 son mujeres.

«Si no consientes que te griten en casa porque lo consideras violencia de género, ¿por qué lo deberías aguantar en el trabajo?», se pregunta la sindicalista que insta a los profesionales a notificar cualquier tipo de agresión que sufran «porque no nos creemos las cifras oficiales y si no se registra, no pasa y no se toman medidas».

Medidas preventivas y más personal

En ese sentido, Gascó reclamó a la Conselleria de Sanidad facilitar los trámites administrativos para notificar estas agresiones y priorizar medidas ya solicitadas como personal de vigilancia en los lugares más conflictivos, un registro de pacientes potencialmente peligrosos (el perfil del agresor está detrás de cuatro de cada diez agresiones), que se ponga en marcha la figura del interlocutor con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y medidas que atajen el problema de base, como el aumento del personal.

«¿Por qué hay agresiones? por el perfil del agresor pero también por la falta de personal y problemas de organización en servicios como Urgencias o aquellos sobresaturados», apunta Gascó. La ratio de profesionales es «un problema junto a la educación» de los pacientes que optan por gritar o agredir a los enfermeros y el resto de profesionales «pero no llegan a denunciar por los cauces oficiales como el servicio de atención al paciente SAIP. De esta forma ni queda registrada la agresión por parte de los profesionales ni el malestar del paciente o de los familiares llega nunca a la administración y ninguno de los dos problemas cuenta para las estadísticas».

Además de la divulgación de la campaña, desde Satse van a organizar para esta primavera cursos tanto para prevenir las agresiones como para saber cómo comportarse si se llega a una agresión física.