La reforma de la ley electoral llegará a pleno de las Corts en unas semanas e incluirá una medida que, de salir adelante, garantizaría la paridad absoluta entre hombres y mujeres en las candidaturas a la cámara autónomica en 2019.

Pese al boicot de última hora de Ciudadanos (que estaba de acuerdo en lo esencial y que cambió de postura de forma sorpresiva coincidiendo con las encuestas que le otorgan hasta un 20 %), Compromís seguirá adelante con su tramitación.

La bajada de la barrera electoral (actualmente en el 5 %) es la piedra angular de la reforma, pero hay otras cuestiones que han ocupado horas de negociación entre diputados y diputadas.

Los grupos de izquierda que sustentan al Consell (PSPV, Compromís y Podemos) están dispuestos a dar la batalla para que la nueva ley incluya la conocida como listas cremallera, una fórmula que se aplica ya en varias comunidades y que consiste en alternar mujeres y hombres en las candidaturas.

De esta manera, la representación de las féminas se acercaría al 50 % y se evitaría el actual sesgo de género que hace que en la mayoría de los parlamentos las mujeres estén más cerca del 40 % que del 60 %.

Cabe recordar que en aplicación de la ley de igualdad de 2007, los partidos políticos están obligados a presentar listas en las que en las que en cada tramo de cinco personas, al menos uno de los sexos no supere el 60 %. Esta ley, aprobada bajo mandato de José Luis Rodríguez Zapatero y que fue recurrida al Constitucional por el PP, ha permitido ampliar visiblemente la presencia de mujeres en cámaras, si bien la tónica general es que ellas se quedan en torno al 40 % y ellos más cerca del 60 %.

En el caso de las Corts, las diputadas son ahora el 42 %. Los datos del Intituto de la Mujer muestra como aquellas comunidades con lista cremallera logran la paridad: Andalucía (49 %), Baleares (47 %) o País Vasco (53 %). Con todo, es en las listas municipales donde más puede verse cómo las listas con presencia equilibrada (40/60) son imperfectas respecto al acceso de las mujeres al poder. Sólo hay 21 % alcaldesas en la Comunitat tras las elecciones de 2015.

Con todo, y aunque la izquierda quiere dar la batalla porque la nueva ley electoral sea más avanzada en términos de igualdad de género (muchas diputadas feministas están presionando) los grupos son conscientes del rechazo del bloque PP-Ciudadanos.

Los populares están en contra sin más (la presidenta Isabel Bonig rechaza frontalmente las medidas de discriminación positiva para fomentar la incorporación de la mujer a la política) y en Ciudadanos la postura es no, pero no es sólida. De hecho, este partido votó a favor de la paridad en los organos estatutarios. Su voto fue decisivo para que la reforma de la ley impulsada por la izquierda saliera adelante.

El síndic de Compromís, Fran Ferri, abanderado de la reforma, contempla alternativas a las listas cremallera para, llegado el caso, poder alcanzar un acuerdo con Ciudadanos. La idea es aplicar la fórmula que utilizan para sus candidaturas y que viene a ser un concepto mejorado de presencia equilibrada. Se trata de aplicar la cremallera solo para los dos primeros puestos de la lista y que en el resto no pudiera habera más de dos personas del mismo sexo seguidas.