Tras conocer el contenido del pendrive, los efectivos de la Guardia Civil llevaron a cabo gestiones de identificación y localización del supuesto autor para después practicar chequeos y filtrados de conexiones IP con las bases de datos existentes de Pornografía Infantil. Así se procedió a la entrada y registro en el domicilio del supuesto autor.

Los investigadores de la Guardia Civil tuvieron acceso a gran cantidad de páginas web de contenido sexual visitadas, así como a la existencia de más de 10.000 archivos con material pornográfico de niñas menores de edad.