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Dia de la dona

Un día después sin nuevos compromisos políticos

La movilización social por el 8M ha sido una llamada de atención a las instituciones que, ahora, deben recoger el testigo

Un día después sin nuevos compromisos políticos

«Un hito histórico», «un día que marcará un antes y un después». La movilización visible y sin precedentes de las mujeres valencianas (y españolas) el 8 de marzo para defender sus derechos ha sido un aldabonazo en la puerta de las instituciones. La cuestión que se plantea es siempre la misma al día siguiente. ¿Y ahora qué? Los partidos políticos tienen la pelota en su tejado y son conscientes de ello. El día después de la gran manifestación del 8M en València no traerá, sin embargo, novedades al panorama de iniciativas legislativas que tengan que ver con la igualdad de la mujer.

Más allá de estar de acuerdo con el empoderamiento que supuso el paro, de entre los grupos políticos que componen las Corts ninguno ha optado por corregir o aumentar las propuestas que, en este sentido, ya estuvieran sobre la mesa: todo está ya planteado y lo que había que hacer ahora en palabras de sus portavoces era «trabajar más y mejor» para hacer, al menos, realidad lo planteado y reclamar lo propio en Madrid.

Era la línea, por ejemplo, defendida desde los partidos de gobierno que componen el Pacte del Botànic. Como ejemplo de que se está «trabajando en ello», desde el PSPV el portavoz en las Corts Manuel Mata puso la Ley de Fomento de la Responsabilidad Social sobre la que ayer, precisamente, se aceptaban varias modificaciones planteadas por los sindicatos.

La cuestión sobre la brecha salarial y la igualdad laboral de la mujer está recogida de manera genérica en el artículo 7 del borrador de esta ley que ahora se está tramitando y que marca que las administraciones públicas «adoptarán todas aquellas medidas necesarias tendentes a promover la inclusión de colectivos en riesgo de exclusión social, la igualdad de trato y no discriminación, la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, la igualdad retributiva, la conciliación de la vida personal, laboral y familiar, la flexibilidad horaria, la reducción de jornada y la plena accesibilidad de las personas con diversidad funcional».

Con este ejemplo Mata asumió que era «evidente» que el gobierno del Botànic ya estaba «sensibilizado» con la cuestión y que se estaba «trabajando» aunque ahora se haría «con más fuerza que antes». «Vamos a trabajar juntos para que en dos legislaturas contando esta podamos reducir a cero esa brecha salarial», apuntó.

Desde Compromís, Mª Josep Ortega, portavoz en la Comisión de Igualdad de las Corts, abundó en esta línea recordando que este tipo de medidas habían sido «uno de los ejes» del gobierno del Botànic como el Plan de Igualdad aprobado «y dotado económicamente, algo que a nivel estatal no ha ocurrido». Sobre qué debía cambiar tras el 8M, Ortega reconoció que no se iba a cambiar el camino pero «sí aceleraremos el proceso al máximo» recordando, además el peso que el gobierno central de Madrid tenía en la legislación de estas materias. «Lo que tiene que hacer Rajoy es tomar ejemplo de las medidas autonómicas y aplicarlas».

Desde Podem, la presidenta de la Comisión de Igualdad, Llum Quiñonero, estuvo de acuerdo en que se habían dado «grandes pasos» como el pacto valenciano contra la violencia de género «con 200 millones aunque no se ha hecho visible dónde están en los presupuestos. Ese es un asunto a seguir planteando y conseguir que estos planes de igualdad se cumplan es una batalla en la que estamos». Más allá del ámbito autonómico, Quiñonero planteó que, este 8M había marcado un hito para plantear giros más ambiciosos como una constitución «feminista. Quiero ir ahí, los cambios, al más alto nivel».

«Hechos y no palabras»

Sobre la parte de responsabilidad que tenía uno y otro gobierno llamó la atención la portavoz de Igualdad del grupo parlamentario del PP, Blanca Garrigues. «En esto tenemos que trabajar todos y no solo el gobierno central», aseguró, recordando que su grupo parlamentario había presentado un paquete con medidas concretas que no habían sido aprobadas. «En dos años no han aceptado nada pero tampoco han dotado de presupuesto», criticó Garrigues que aseguró que era el tiempo de los «hechos y no de las palabras» y que, de igual manera se debía reclamar al gobierno central. «Es indiscutible que estamos por reducir la brecha salarial», dijo, pese a las palabras de Mariano Rajoy asegurando que no era éste el momento de «meterse» en esa cuestión.

Desde Ciudadanos, su portavoz en la comisión de Igualdad, Merche Ventura, convino en que medidas hay muchas propuestas y que incluso ellos habían dado el sí a algunas lanzadas desde Podemos como la equiparación de bajas de maternidad y paternidad enla función pública. «Dije un sí con el corazón», asegura, aunque pideq ue tanto esta como el resto de medidas se doten económicamente «y que sean efectivas, porque lo dudo. Hay muchas medidas pero que el gobierno se lo crea y que todo se lleve a cabo».

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