Acudió a la residencia como cada día para visitar supuestamente a su esposa de 80 años, ingresada desde hace un par de meses al empeorar su enfermedad de Alzheimer. No obstante, su intención era otra. Aprovechando que la anciana estaba acostada en la cama, el octogenario sacó un cuchillo y trató presuntamente de degollarla. «La iba a matar por compasión, para irnos los dos juntos al cielo», alegaría posteriormente el agresor tras ser detenido por la Policía Nacional acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa.

Los hechos ocurrieron en la mañana del pasado domingo en un centro geriátrico de València. El anciano arrestado, un guardia civil jubilado de 82 años, portaba además del arma blanca una pistola inutilizada, así como los documentos del seguro de deceso. La mujer sufrió un corte de seis centímetros en el cuello y tuvo que ser evacuada al Hospital Clínico, aunque su estado no revestía gravedad.

De hecho, la víctima logró levantarse y salir corriendo de la habitación, mientras su marido la perseguía, cuchillo en mano, por el pasillo, como así reflejan las cámaras de seguridad del centro que captaron la espeluznante escena. Al verse descubierto el presunto agresor se autolesionó y trató de quitarse la vida. Según testigos, el hombre estaba desesperado, diciendo que se sentía «muy solo» y que «debían dejar los dos este mundo juntos».

La Fiscalía pidió prisión

El anciano, quien también padece una enfermedad grave, ofreció fuerte resistencia a la hora de ser detenido por los agentes de la Policía Nacional desplazados a la residencia. Incluso trató de arrebatarles el arma a los policías hasta en dos ocasiones. Posteriormente, tras ser trasladado al mismo centro hospitalario que su esposa, el hombre acabó derrumbándose confesando que no podían seguir viviendo así los dos y debían de morir juntos, pero le faltó determinación cuando su mujer estaba indefensa en la cama.

Las manchas de sangre halladas en el colchón prueban que la agresión se produjo allí. Asimismo, explicó a la policía que le había dejado una nota de despedida a su hija, aunque ésta no fue encontrada.

El detenido fue puesto a disposición judicial el pasado martes y se acogió a su derecho a no declarar, según apuntaron fuentes jurídicas. Pese a que el Ministerio Fiscal solicitó la prisión provisional ante el riesgo de que vuelva a intentar consumar sus intenciones, así como una medida cautelar de alejamiento, la jueza de Violencia contra la Mujer número tres de València lo dejó en libertad con cargos debido a su edad y estado de salud y acordó únicamente la prohibición de aproximación a su víctima de 1.000 metros. Unos familiares lo esperaban en la puerta. La violencia machista no es compasiva sea a la edad que sea.