Los contadores analógicos tienen los días contados. El 31 de diciembre de este año todos los contadores deben ser digitales. Por ello, las empresas eléctricas llevan varios años inmersos en un proceso de sustitución de unos aparatos por otros. Sin embargo, esta operación ha supuesto, en algunos casos, una refacturación en los recibos si los técnicos han detectado una manipulación en el contador. El problema surge cuando el usuario niega haberlo hecho. Así lo aseguran desde la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana tras sumar más de 200 denuncias solo en 2017.

«No tiene sentido que una persona que ha manipulado el contador presente una denuncia posterior cuando lo pillan. El problema es cuando se adquirió una vivienda con el contador manipulado, o el inmueble estaba en alquiler o un vecino de otro piso se ha enganchado a la luz. La sanción solo es para el propietario de la vivienda con el contador manipulado. Y no hay otra opción o alegación posible. Y eso genera indefensión a los consumidores, que no cuentan con el contador dentro de su domicilio, ni lo han fotografiado antes de firmar el contrato de compraventa, por ejemplo. Una vez se detecta el fraude la sanción y la refacturación es para el propietario y no hay nada que hacer», explican desde el servicio de atención jurídica de la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana.

Las refacturaciones que reciben los usuarios que cuentan con una sanción por manipulación en el contador digital oscilan entre los 1.000 y los 2.500 euros, una cuantía que, sin embargo, las compañías eléctricas fraccionan en distintos pagos.

Iberdrola es la compañía que cuenta con más usuarios en la Comunitat Valenciana y asegura que solo en 2017 realizó un total de 110.103 inspecciones y se abrieron 22.861 expedientes de fraude (un 21 %). En 2016 se detectaron 21.546 situaciones de fraude tras realizar 112.613 inspecciones.

Riesgo para la seguridad

«Como consecuencia del más que notable aumento de los casos de defraudación de fluido eléctrico, Iberdrola Distribución realiza labores de detección y regularización de situaciones de defraudación de fluido eléctrico», afirman fuentes de Iberdrola, tras hacer hincapié en recordar que las conexiones ilegales a la red eléctrica y las manipulaciones de los contadores «conllevan un elevado riesgo para la seguridad de las personas ya que se realizan al margen de la legalidad y de la normativa técnica vigente, sin los requisitos de seguridad necesarios». «Con las nuevas tecnologías cada vez será más fácil detectar a los usuarios que cometen fraude eléctrico», añaden.