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Entrevista

Pascual Sala: "Ya es hora de reformar la Constitución y cerrar el Estado autonómico"

«La singularidad de Cataluña no es un capricho de los catalanes, sino que hunde sus razones en la Historia»

Pascual Sala: "Ya es hora de reformar la Constitución y cerrar el Estado autonómico"

Reside en Madrid, pero en su familia saben que cuando dice que se marcha a «casa» siempre se refiere a la de València, la misma en la que nació el 18 de junio de 1935 en la calle Dénia, en el barrio de Russafa. A sus 82 años, estos días se ha reunido en el Palau de la Generalitat con el presidente, Ximo Puig, y otros magistrados valencianos.

P El Consell ha presentado su plan de reforma constitucional que habla de federalismo y plurinacionalidad. ¿Qué le parece?

R Sé que está en esa tendencia. La Constitución de 1978 en contra de lo que modernas fuerzas políticas plantean en sentido despectivo como régimen del 78, es una de las más progresistas del mundo. Es la que instauró un acuerdo político y un verdadero régimen democrático. Pero dicho eso, la Constitución tiene que adaptarse a los tiempos actuales. Como el título octavo, el Estado de las Autonomías. La Constitución lo diseña, dice las competencias que pueden adquirir las autonomías y las que son exclusivas del Estado. Hace falta una reforma para concretar el Estado de las Autonomías que la Constitución del 78 solamente diseñó porque en España nunca había habido un Estado compuesto. Es la primera vez en la historia que aparece y es lógico que en 1978 solo se pudieran establecer las reglas fundamentales para que fuera instaurado un régimen de Estado compuesto. Pero no lo concretó. Esto hace falta concretarlo.

P ¿Hacia un estado federal?

R Pues le pueden llamar como quieran. En estados federales en Europa el más completo es el alemán sin duda y luego en Italia hay autonomías con régimen especial y ordinarias. En Alemania es más perfecto, es un Estado federal pero con reglas concretas y determinadas. En España hace falta concretarlo y establecer que el Senado sea una cámara auténticamente de representación territorial no de segunda lectura como ahora y que sirva para encauzar y enderezar el Estado compuesto que es el de las autonomías. También una definición clara de las competencias y cuáles son las de las autonomías y las que son exclusivas del Estado. Y una necesidad de respeto de esas competencias para que no tenga que resolverse todo a golpe de competencias del Tribunal Constitucional. Pero esto no se puede hacer de la noche a la mañana como algunos partidos parecen insinuar o pretender igual que se hacen muchas de las leyes actuales en función de los que piensan los electores en un momento determinado y que hasta contradicen a otras anteriores. Una reforma constitucional tiene que ser meditada y estudiada y bien hecha y no improvisarse y con el consenso necesario para que funcione bien. Pero que hace falta actualizarla, claro y esto no es devaluarla porque ha pasado el tiempo y el Estado de las Autonomías hay que cerrarlo, hay que terminarlo. Por lo tanto sí hace falta.

P ¿Se puede avanzar reformando el Senado, la financiación, la ley electoral? ¿Para eso no es preciso tocar la Constitución?

R Claro. Se puede reformar sin necesidad de modificar la Constitución. Se pueden reformar las leyes. Pero también se tiene que hacer meditadamente porque transformar un régimen electoral por un arrebato del momento, tampoco es. Un régimen electoral se piensa y se ve si se quiere una mayor proporcionalidad con el mismo estudio y meditación, pero no en virtud de declaraciones oportunistas y hechas con un propósito electoral puramente.

P ¿Sin política y a golpe de sentencias se puede solucionar el envite independentista?

R No. La Justicia es la última pieza que en un Estado de Derecho cierra la organización jurídico-política. Es la última, no la primera como muchas veces se la presenta. Los jueces no pueden sustituir a la política por una sencilla razón: los jueces contestan con criterios jurídicos y constitucionales no políticos, que muchas veces no coinciden. La política no puede ser sustituida por la Justicia.

P ¿La mayor descentralización solucionaría la crisis territorial?

R Pues mire usted, ese es el objeto del estudio para el cierre del Estado de las Autonomías y que no tenga que cerrarlo el Tribunal Constitucional a golpe de sentencias. Se puede estudiar si conviene un mayor número de competencias o uno menor. El modelo más perfecto de estado federal, como he dicho, es Alemania. Pero no todos los estados federados que se integran en la República Federal Alemana tienen las mismas competencias. Se puede estudiar que haya estatutos estatutos especiales u ordinarios como en Italia. Y eso no implica que haya desigualdad entre los españoles. Los ciudadanos españoles tienen los mismos derechos fundamentales, pero como el Tribunal Constitucional se ha cansado de decir, igualdad no es uniformidad. Son cosas que conviene recordarlas de vez.

P ¿Cómo se pueden reconocer esas singularidades en la Constitución sin parecer privilegios a determinados territorios?

R Ya hay reconocidas. La Constitución garantiza los derechos históricos de los territorios forales, un régimen especial que el País Vasco y Navarra tienen legítimamente. Y esto es un reconocimiento constitucional de la singularidad. Podrían reconocerse las singularidades en la Constitución y yo sería partidario de que se reconocieran pero cuando se tienen. La singularidad de Cataluña no es un capricho de los catalanes sino que hunde sus raíces en la Historia, la lengua, la cultura y hasta en el Derecho, fíjese si hay singularidad. Entonces el reconocimiento de esa singularidad no sería nada distinto del legítimo de territorios históricos forales, Navarra y País Vasco.

P Hay una imposibilidad histórica de reformar las Constituciones. ¿Ahora tampoco los actores políticos parece que se van a poner de acuerdo?

R Costó bastante hacer la Constitución de 1978 aunque eran políticos de talla. Insisto en que hay que hacerlo meditadamente y si no se ponen de acuerdo pues es una responsabilidad de la clase política. Y es difícil, pero son cuestiones necesarias. Eso sí es fundamental. No se puede hacer por oportunismos electoralistas porque es desgraciadamente como se afrontan las necesidades legislativas en la actualidad. Tiene que ser por necesidad y la necesidad es cerrar el Estado de las Autonomías. No es culpa de la Constitución que solo diseñara porque era la primera vez que se establecía un Estado de las Autonomías, pero ahora 40 años después ya es hora de cerrarlo y de completarlo.

P El Gobierno ha presentado continuos recursos a leyes valencianas como las del derecho civil. ¿Es una forma de gobernar sin atender a las singularidades?

R El Estado de las Autonomías establece una serie de competencias exclusivas del Estado. Una de ellas es la que afecta al derecho civil valenciano que no lo tiene la Comunidad valenciana pese a que se le han reconocido los arrendamientos históricos, por ejemplo, pero sí tienen otras autonomías, principalmente Cataluña o Aragón. Pero la Constitución también dice que los territorios en los que subsista o se conserve el derecho especial podrán desarrollarlo y completarlo siempre que respeten unos principios constitucionales para que no haya una desigualdad en derecho civil. Pero que un régimen económico matrimonial sea el de gananciales o el de separación de bienes pues si es una tradición valenciana no tiene porqué distorsionar la legislación civil española, por lo que se puede pactar perfectamente. Todas estas cosas se pueden reconocer en la propia Constitución. En cambio, una interpretación estricta de esta competencia exclusiva del Estado en legislación civil pues yo creo que podría modularse para asegurar el derecho civil, que tampoco es un invento de los valencianos.

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