Una patrulla de agentes del subsector de Tráfico de la Guardia Civil de València se convirtieron ayer en improvisadas comadronas cuando asistieron a una mujer que se había puesto de parto de camino al Hospital La Fe.

El compañero de esta solicitó la ayuda de los guardias en la carretera V-30, a las nueve de la mañana de ayer, al comprobar que no iba a llegar a tiempo al centro hospitalario.

Ante la premura de la situación, los guardias civiles ordenaron que retirarse el vehículo a una zona segura excluida a la circulación. Después, uno de los agentes auxilió a la mujer, que se encontraba en el asiento del copiloto, «indicándole que se recostara y observando a continuación cómo asomaba la cabeza del bebé, al que taparon con una pequeña manta», según explicaron fuentes del Instituto Armado.

Debido al estado de nerviosismo del padre, el guardia civil que asistió al parto se puso al volante del turismo, abriéndole paso su compañero con el vehículo oficial, ya que la circulación en la vía era muy intensa en esos instantes, según detallaron estas mismas fuentes.

De esta forma los llevaron hasta el Hospital La Fe, donde la madre y el bebé fueron atendidos en el servicio de urgencias. Ambos se encuentran en perfecto estado.