La primavera entró ayer tarde a las 17.15 horas en España tras una jornada gélida en la que no faltaron la nieve y el viento. La máxima velocidad se alcanzó en la localidad valenciana de Zarra, con 76 kilómetros a la hora, mientras que la racha más intensa se medía en Fredes, con 95 kilómetros/hora.

La temperatura máxima se dio en Vinaròs, con 16,5 grados, mientras en la Pobla de Benifassà-Fredes, el termómetro marcó 4,5 grados bajo cero. Las heladas afectaron al interior de Castelló y a zonas del Rincón de Ademuz.

A última hora de la tarde, el Centro de Coordinación de Emergencias (CCE) activó la preemergencia -nivel naranja- por vientos en el interior norte de Castelló y por heladas- nivel amarillo- en este mismo ámbito geográfico.

Las rachas de viento continuarán hoy ampliando su radio de acción al interior norte y litoral sur de Castelló aunque perderán algo de intensidad (nivel amarillo).

La nieve hizo acto de presencia en algunas localidades de la montaña alicantina y del interior de Castelló, donde el consorcio de bomberos movilizó un equipo quitanieves con dispensador de sal para realizar rutas por zona Tinença de Benifassà y actuar en zonas concretas con acumulación de nieve o con placas de hielo.

Para hoy se espera que se mantenga la intensidad del viento. Las temperaturas todavía bajarán más en la mitad sur y se mantendrán en el resto. El jueves volverá el poniente a las provincias de Valencia y Alicante, aunque sin incidir sobre las temperaturas.

Viento y poco sol en las Fallas

Por otra parte, la Delegación Territorial de la Agencia Estatal de Meteorología en la Comunitat Valenciana hizo ayer balance de la climatología en la semana fallera destacando el importante descenso de las temperaturas que convirtió la noche de la Cremà en la más fría (+7,2º) en setenta años -desde 1949- con datos que se remontan hasta 1938.

Tras varios días de ponientes y el paso de numerosos frentes, ya debilitados a su paso sobre la Comunitat Valenciana, el viento giró a noroeste provocando el brusco descenso de las temperaturas.

Según datos facilitados por la Aemet, el viento fue protagonista climático de las fallas 2018. En zonas abiertas el 99 % del tiempo el viento ha soplado de componente oeste. Respecto a las precipitaciones, hubo dos días de lluvia apreciable, aunque las cantidades más importantes se registraron en la tarde del 19 de marzo.

El paso de las nubes redujo a 22,5 las horas de sol mientras lo habitual para la semana fallera es de 37,7 horas, según las mismas fuentes.l importante descenso de las temperaturas que convirtió la noche de la Cremà en la más fría (+7,2º) en setenta años -desde 1949- con datos que se remontan hasta 1938.