«Cuidado con esta furgoneta, ha intentado secuestrar a una niña, estaba en Alfarrasí y l'Olleria, cuidado!!!». Este mensaje de WhatsApp acompañado de la fotografía del supuesto vehículo en cuestión y unos audios de testimonios que alertan de primera mano de lo ocurrido, dando así credibilidad al intento de rapto de un menor, inundaron hace unas semanas las redes sociales. La Policía Local de l'Olleria comprobó que se trataba del transporte de una banda de músicos búlgaros que venían a actuar en una boda. Este es solo uno de los muchos bulos que se expanden con velocidad a través de la red. Para cortar a tiempo su difusión, neutralizar los rumores y ser vía de comunicación de las fuentes oficiales, surgieron los equipos de voluntarios digitales en emergencias, conocidos con las siglas VOST (Virtual Operation Support Team).
Aunque fueron los americanos los primeros en implantar estos equipos de control en 2011 a través de la Cruz Roja, fueron precisamente unos incendios forestales ocurridos en julio de 2012 en la Comunitat Valenciana los que propiciaron la creación de VOST en España. «La Policía Local de Carlet necesita voluntarios con motosierras. Es urgente. El fuego está a 5 km de la Central Nuclear». Este bulo corrió como la pólvora al ser retuiteado por alguna cuenta oficial con cerca de 400.000 seguidores en Twitter, y pese a su rápida propagación no fue detectado ni desactivado por la cuenta del 112 de València.
Para que esto no volviera a ocurrir un grupo de profesionales, entre ellos el Jefe de Protección Civil de Puente Genil (Córdoba) y un analista de incendios forestales, crearon esta plataforma, que en la actualidad cuenta con siete voluntarios en la Comunitat.
Uno de los caballos de batalla de estos días son las noticias sobre intentos de secuestro de menores, producto en parte de la psicosis colectiva tras la muerte de Gabriel. «Hacemos barridos por las redes, generamos sinergias con grupos de coordinación de emergencias y establecemos una estrategia si el bulo afecta a más comunidades», explica Miguel Rebollo, portavoz de VOST Comunitat Valenciana y experto en seguridad y Medio Ambiente, quien atribuye este incremento en la difusión de bulos al crecimiento paralelo de las redes sociales. «Los grupos de WhatsApp los carga el diablo, el bulo se viraliza a una velocidad increíble», remarca Rebollo.
Sobre las características de este tipo de noticias falsas el experto de VOST explica que son «anónimos, atemporales, suelen hacer referencia a un organismo oficial y generan miedo o morbo». Muchos tienden a atribuir la información obtenida por su primo, un vecino o un amigo policía. Asimismo, suelen incluir una petición de reenvío, ya que es uno de los objetivos que persiguen, según argumentan desde VOST.
Respecto a las motivaciones que llevan a alguien a difundir este tipo de informaciones falsas, «cuanto más escandalosas y morbosas mejor», el portavoz de VOST reconoce que algunos buscan notoriedad y lo aprovechan simplemente para conseguir más seguidores en sus cuentas sociales.
Cabe recordar que este tipo de acciones pueden ser constitutivas de delito. Sin ir más lejos, a principios de mes, la Guardia Civil detuvo en la localidad alicantina del Campello a un hombre de 33 años por un delito de desórdenes públicos por distribuir un mensaje de audio por Whatsapp en el que se alertaba de la existencia de un supuesto secuestrador de menores. Casos como éste o los recurrentes cada cierto tiempo en los que se solicita ayuda para un niño hospitalizado en La Fe pueden acarrear sanciones.
Aunque desde VOST se admite que «los bulos siguen circulando a mayor velocidad que las noticias reales», desde la plataforma colaboran con consejos y dan difusión a las fuentes oficiales, sirviendo de apoyo en una especie de tela de araña digital. Pero, sin lugar a dudas, para evitar caer en estos bulos en la red, la fuente más fiable de canalización de toda esta información (oficial y extraoficial) siguen siendo los medios de comunicación.
