n Los partidos que conforman el pacto del Botànic volvieron a dar muestras de las tensiones internas que existen entre las formaciones políticas que lo conforman. Tal como publicó ayer Levante-EMV, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, y el conseller de Hacienda, Vicent Soler, mantuvieron una discusión subida de tono con motivo de la fórmula para la equiparación salarial de los trabajadores del Instituto Valenciano de Acción Social (Ivass), de la que fueron testigos los empleados de esta entidad.

Aunque este periódico dio la oportunidad a los afectados de dar su versión de los hechos, estos declinaron la oferta y mantuvieron la máxima de restar importancia al asunto indicando que simplemente se trata de «una situación puntual referente a un desacuerdo concreto». El mantra acerca de que este es el gobierno «más sólido de la historia» llega por parte de todas las formaciones que se encuentran en la Generalitat Valenciana y sus socios externos.

Desde el entorno de Oltra se insistió en que la bronca entre la vicepresidenta y Soler era «una conversación informal que no puede tipificarse como conflicto». En esta misma línea se expresó Manuel Mata, portavoz del PSPV en las Corts, en declaraciones a este periódico quien enmarcó este desencuentro en «diferencias técnicas» y aisla estas tiranteces a un «problema» con el conseller de Hacienda «en un área concreta». En resumen, que la convivencia trae consigo estos roces y así lo contemplan Fran Ferri, portavoz de Compromís en las Corts: «es positivo que dentro de los gobiernos haya debate y matices», y Mata al asegurar que «cuando se gobierna en coalición estas discrepancias son normales».

Por su parte, Antonio Estañ, secretario general de Podemos, mostró su opinión al respecto: «si bien es cierto que en ocasiones se trata de disputas sobre aspectos puntuales, hay que analizar si también hay discrepancias de conceptos más profundos». Y a estas posibles tiranteces de «mayor calado» se une el carácter «beligerante» de Compromís y el otro socio del Botànic, Podemos, y la situación de control por parte de los socialistas. Estañ lo describió así para este periódico: «El PSPV casi siempre se queda corto en sus medidas. Lo hace para evitar conflictos aunque sean asuntos de interés general».

Y en eso se refleja el carácter más beligerante de Compromís y su aliado, Podemos. «El PSPV ha marcado casi siempre los tiempos y los temas a debatir, veremos si a partir de ahora esto cambia», esgrimió el representante de la formación morada.

Cambios en el Consell

Acerca de los relevos en el gobierno autonómico aprobados el pasado viernes, en el que varias direcciones generales cambiaban de manos, el Partido Popular puso en el punto de mira de sus críticas al presidente del Consell, Ximo Puig, al que acusó de «no tener autoridad». Asimismo, a través de su secretaria general, Eva Ortiz, el PP insistió en que si Puig «tuviera algo de mando en la plaza», los cambios debería haberlos hecho entre los consellers, «pero ahí no se atreve».

Ante estas declaraciones, Mata respondió echando en cara «los 100 imputados que tiene el PP» y apelando al «récord de renta per cápita alcanzado por los valencianos y el incremento de las inversiones en la Comunitat Valenciana».