n El alcalde saliente de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, reconoció, como ya publicó ayer Levante-EMV, que su situación al frente de la Corporación estaba provocando un «desgaste importante» en el PSPV y en lo personal «rozaba ya lo inhumano». Así, señaló que su renuncia a la alcaldía, que se hará efectiva el lunes 9 de abril, se tomó porque «había un problema político y había que dar una solución política».

«Somos parte de la solución; si éramos el problema, pues ya nos hemos ido, y el PSOE está liderando la solución. De verdad, ha sido un linchamiento importante. Venía muy gastado», remarcó. Por ello, desde la Universidad de Alicante, donde se celebra la Asamblea de la agrupación para elegir al nuevo secretario local, Echávarri apeló a Ciudadanos para lograr la mayoría absoluta e investir a su número 2, Eva Montesinos, como nueva alcaldesa de la ciudad y evitar así el regreso del Partido Popular.

En caso de que Montesinos no reuniera los votos necesarios, los 'populares', recuperarían la alcaldía por ser el partido más votado en las elecciones de 2015 si en la sesión de investidura la edil socialista no alcanza la mayoría absoluta de 15 votos favorables.

El PSPV logró la alcaldía en junio de ese año tras un pacto de investidura y gobierno con sus entonces socios de Guanyar y Compromís, que dejaron el equipo de Gobierno el pasado noviembre después de que Echávarri se negara a dimitir al ser investigado en los casos de Comercio y por el despido de una trabajadora.

Tras defender ante la Asamblea su gestión estos tres años, Gabriel Echávarri defendió que su renuncia era «la única posibilidad» que existía ante un «un problema político» al que «había que dar una solución política».