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Política

Pacto (im)posible Compromís-Podemos

Estañ pide abordar con tiempo una alianza autonómica que el Bloc rechaza mientras Oltra prefiere esperar sin cerrar la puerta

Pacto (im)posible Compromís-Podemos

n La candidatura conjunta que Podemos y Compromís presentaron a las generales de junio de 2016, A la Valenciana, no dejó un buen sabor de boca en ninguna de las dos formaciones. La imagen de pesadumbre en el rostro de los principales referentes aquella noche electoral sigue en la retina.

Después llegó la imposible composición de un grupo valenciano en el Congreso, el gran reclamo electoral de la confluencia, lo que generó frustración. La ruptura de la alianza fue instantánea y los cuatro diputados de Compromís se marcharon al grupo mixto. Las dos formaciones comparten nichos electorales muy parecidos, pero las realidades internas distan un mundo.

Por eso, los mensajes que el líder podemita Antonio Estañ ha empezado a lanzar en las últimas semanas para iniciar el acercamiento a Compromís de cara a una posible alianza autonómica en 2019 no han encontrado respuesta en la coalición. A poco más de 400 días para los comicios autonómicos, el emparejamiento parece complicado. Nadie en Compromís ha recogido el guante lanzado por Estañ.

Sin embargo, aunque parezca que nada se mueva, entre las formaciones a la izquierda del PSPV se abre un tiempo de frenética actividad en el que se juegan intereses de gran importancia para el futuro.

El primero en abrir fuego ha sido el propio líder de Podemos que considera crucial que en 2019 la suma de Compromís y Podemos supere al PSPV. Estañ ha anunciado que su formación trabaja ya hacia ese objetivo. Podemos está convencido que con la coalición que lidera Mónica Oltra en la presidencia de la Generalitat las políticas y sus tiempos de ejecución serían muy distintos. Estañ cree que Compromís se muestra tibio ante el PSPV pero si tuviera la presidencia todo sería muy distinto.

En ese escenario de alianza que plantea el dirigente podemita, la gran beneficiada sería la vicepresidenta de la Generalitat y lideresa de Compromís, Mónica Oltra, que dispararía sus posibilidades de convertirse en presidenta en 2019 ya que la suma con Podemos le permitiría desplazar a los socialistas, que se verían obligados a apoyarla al frente del Consell en caso de reedición del Botànic como Compromís y Podemos hicieron con Puig en 2015.

Pero en la coalición que lidera Oltra se juega otra partida. Cargos del Bloc ya piden en privado a Oltra que se defina y deje claro que no habrá alianza electoral con Podemos en las autonómicas de 2019, algo que todos los sectores de la formación nacionalista descartan. En público ya lo han hecho referentes como el diputado en el Congreso, Joan Baldoví, la coordinadora, Águeda Micó, diputados o la corriente interna Bloc i País.

Iniciativa esperará a final de año

Pero fuentes próximas a la vicepresidenta apuntan que no es el momento de dar respuesta al guante lanzado por Estañ. Aseguran que la prioridad son las leyes sociales en las que trabaja la Conselleria de Igualdad. Por eso dejan claro que no tienen intención de tratar esta cuestión como muy pronto hasta después del verano o incluso llegado el otoño. Es decir, final de año.

Es la forma de dejar todas las puertas abiertas a una posible alianza con la formación que lidera Pablo Iglesias, pero no se dice directamente para no soliviantar al socio de la coalición, el Bloc. Además, el partido de Oltra, Iniciativa, ha situado precisamente en el verano su congreso y rechaza hablar de cuestiones internas hasta que no se celebre este cónclave. Es como una piedra a mitad del año para que antes de esa fecha no pase nada, se quejan en el Bloc.

Mientras, el tiempo pasa y en ese impasse aumenta la incertidumbre de muchos cargos públicos de la coalición valencianista que preferirían tener claras pronto las reglas del juego interno con las que se decidirán las candidaturas en 2019.

Hace unas semanas, el líder de Compromís en Madrid, Joan Baldoví, ya reclamó públicamente que la decisión sobre el reglamento de primarias se tomara antes del verano y los nombres estuvieran claros en septiembre para evitar tensiones de última hora. Nadie ha olvidado el año y medio de batalla interna que necesitó Compromís para aprobar el reglamento de primarias con el que eligió a sus candidatos para 2015. Pero la cuestión es peliaguda porque siempre afloran las rivalidades internas. Y esta vez no será diferente.

En cambio, sobre el pacto con Podemos, en el Bloc no hay dudas. Nadie quiere una alianza al estilo de las últimas generales. Muchos son los que creen que ir con Podemos, resta, que no deja de ser una fuerza española, con un importante desgaste en las encuestas y una fuente de conflictos en muchos municipios. Fuentes oficiales reiteran que la marca Compromís es la herramienta más adecuada para reeditar las políticas del Botànic y recuerdan, además, que en el último barómetro del Consell es la que mejor defiende los intereses de los valencianos.

Podemos quiere reunirse ya

En cambio, quien sí es partidario de empezar a sumar con lo que denomina fuerzas del cambio es Podemos. Se refiere a Compromís, EUPV y plataformas independientes. Pero tampoco es un cheque en blanco.

La formación morada pone sus condiciones y la primera es ponerse a trabajar ya, algo que choca con quienes en Compromís piden esperar y abordar el debate en puertas de las elecciones. Estañ rechaza de plano el escenario habitual de este tipo de convergencias: «Que vayamos cada uno por un lado y luego el día de antes, en una negociación en una mesa, digamos 'venga, vamos juntos', eso no funciona».

Podemos cree que ello desanima al ciudadano a votar y no tiene recorrido postelectoral. Por eso, lanzan mensajes en los que se llama a empezar a trabajar desde lo concreto y decidir después sobre ese trabajo si se puede ir conjuntamente a las elecciones. El mensaje es directo para Compromís y EUPV.

Y eso es así porque desde la óptica de Podemos los socialistas no son una verdadera fuerza de transformación, solo un freno de mano a las políticas del PP. Únicamente una operación de confluencia que sume y concentre en una misma lista las fuerzas de Compromís y de Podemos sería capaz de marcar los tiempos y las políticas en un nuevo Botànic. Esa confluencia, por otra parte, es también la única baza que tiene Podemos para dejar de ser el socio minoritario en un hipotético Botànic II y también un balón de oxígeno ante su previsible desgaste electoral .

Pero la relación de Compromís y Podemos tampoco atraviesa el mejor momento. El debate presupuestario dejó heridas. Estañ acusa a su socio de gobierno de falta de valentía y cree que el ritmo lo marca el PSPV. Hace unos meses el propio Iglesias ya acusó a Compromís de hacerle el trabajo sucio a los socialistas, algo que molestó mucho en el Bloc.

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