La ausencia de una partida en los Presupuestos Generales de 2018 para la Autoridad de Transporte Metropolitano demuestra la «nula sensibilidad» del Ministerio de Fomento respecto a las necesidades de los valencianos. En estos términos se expresó ayer Ximo Puig tras reunirse con el conseller de Hacienda, Vicent Soler, para analizar los presupuestos.

Una falta de sensibilidad que se repite por segundo año consecutivo y que no entraba dentro de los planes de la Generalitat. Fuentes de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio aseguran que no percibir fondos era «un escenario que no se contemplaba». La principal consecuencia es que no habrá integración tarifaria, aunque se mantendrán las funciones de coordinación e información entre los servicios de transporte.

La entidad que implica a 60 municipios y cubre a 1,8 millones de personas, queda en una situación difícil. Para la conselleria, se han puesto «palos en la rueda» y ahora está en manos de los partidos políticos exigir que se incluya alguna partida presupuestaria a este fin. Para ello, confían en el periodo de enmiendas para revertir esta situación. Si esto no sucediera, la Generalitat se quedará con los deberes hechos y sin ninguna compensación económica pese a ser la tercera área metropolitana en España.

El Govern del Botànic creó en septiembre la Autoridad que el anterior gobierno suprimió. Pero no ha sido suficiente, como tampoco lo ha sido haber redactado los planes de Movilidad Sostenible o el nuevo mapa de Transporte. «Nos hemos puesto al mismo nivel que otras áreas metropolitanas, pese al vacío que había tras 20 años de gobierno del PP», apuntaron las fuentes.

Una clara muestra de la «falta de voluntad de Rajoy», a quien habrá que preguntar «si no tenemos el mismo derecho al transporte público que los madrileños».

En València no se conforman

El alcalde de València, Joan Ribó, hizo referencia a esta comparativa y al «desprecio» del Gobierno a València, ya que duplica su aportación a Canarias (47,5 millones) y aumenta la lluvia para Madrid (126,8 millones) y Barcelona (109,3 millones). Exigió un trato justo porque los valencianos «no quieren ser más que nadie pero tampoco menos que todos». A la C. Valenciana le hubieran bastado 38 millones, como reclamó hace solo una semana la gerente de la Autoridad, María Pérez Herrero.

La postura de Ribó choca con la del portavoz del PP en el Ayuntamiento de València, Eusebio Monzó, quien calificó de «paradójicas» las exigencias de Ribó y los concejales al Gobierno y que no lo hagan al Consell. «Desaparecen cuando se trata de pedir a Puig y Oltra un mejor trato a València en los presupuestos autonómicos, donde no se incluyen inversiones para finalizar la T-2 hasta Nazaret».

En el PSPV de la ciudad, su portavoz, Borja Sanjuán, subrayó que en los presupuestos no se haya recogido la finalización de las obras de la T-2 y el tranvía, «inversiones que aparecieron en algún momento».