Suspensos que desaparecían por arte de magia y que se convertían en notables, o incluso en algún que otro sobresaliente, cuando las notas eran publicadas en las actas oficiales. Dos jóvenes estudiantes de veinte años de la Universitat Politécnica de València (UPV) habían logrado encontrar la fórmula para manipular sus calificaciones, aunque para ello tuvieron que piratear las cuentas personales de hasta 40 profesores. La Policía Nacional los ha detenido ahora acusados de varios delitos y la universidad espera «un castigo ejemplar» para ellos.

Según ha podido saber este periódico, esta práctica fraudulenta por parte de estos dos universitarios habría comenzado ya el curso pasado, en 2017, y tanto en el anterior como en el reciente 2017-2018 habrían modificado notas de diferentes asignaturas, tanto en exámenes como en trabajos presentados, sin que nadie se percatara del engaño.

Fue el Área de Sistemas de Información y Comunicación de la Politècnica quien detectó el pasado 1 de febrero las anomalías. «Se observaron una serie de ataques informáticos para reventar las claves del Aula virtual de la intranet de la universidad con las que se habrían podido modificar las notas de los exámenes», explicó a Levante-EMV el vicerrector de Alumnado de la UPV, José Luis Cueto.

Nada más percatarse que los sistemas de seguridad habían sido vulnerados, desde la secretaría de la Universidad se notificó lo ocurrido a todo aquel docente que hubiera podido haber sido «hackeado» para que cambiara sus claves y contraseñas. Fuentes policiales informaron que hay 40 profesores afectados. Asimismo se inició una investigación interna por parte de la Universitat Politécnica que permitió identificar a dos alumnos como presuntos autores del fraude, a quienes ya se les ha abierto un expediente disciplinario por un hecho «muy grave», según lo calificaron ayer fuentes de la propia universidad, «ya que supone una falta de honestidad académica que debe tener consecuencias académicas y judiciales», remarcó el vicerrector de Alumnado.

Los profesores afectados interpusieron por su parte denuncias a título personal en la comisaría de policía del Marítim por el robo de sus claves informáticas. La Policía Nacional se hizo cargo de la investigación y localizó el dispositivo hardware espía que habían presuntamente utilizado los ahora arrestados.

Funcionamiento

Este dispositivo, similar a un lápiz de memoria USB, actuaba como un «keylogger» en uno de los ordenadores de la citada universidad. El mismo actúa como un software capaz de interceptar y guardar las pulsaciones realizadas en el teclado de un equipo informático sin que el usuario lo detecte.

Mediante este sistema los dos universitarios se apropiaron presuntamente de las claves de unos 40 profesores, a través de las cuales accedieron a sus cuentas personales de la intranet de la universidad y a sus correos electrónicos desde una serie de direcciones IP a través de la red anónima TOR (The Onion Router). Dicha red de comunicaciones, trabaja por encima de la capa de internet de manera que nunca se revelan los datos de los usuarios que la utilizan, manteniéndose de esta forma como una red privada y anónima.

Los detenidos, que quedaron en libertad con la obligación de comparecer ante el juez cuando sean requeridos, están acusados de los delitos de acceso ilícito a datos y programas informáticos, daños informáticos, descubrimiento y revelación de secretos, usurpación de estado civil y falsedad de documento público.